10/Juan Carlos Rubio/Juan Luis Galiardo
Visualizar el cambio
Obra: 10
Autor: Juan Carlos Rubio
Intérpretes: Juan Luis Galiardo, José Luis Torrijo, María Elías, Borja Elgea, Pedro Miguel Martínez, Patricia Ércole
Escenografía: Tamzin Townsend
Música original: Isabel Montero
Iluminación: José Manuel Guerra
Dirección: Tamzin Townsend
Producción: Entrecajas Producciones Teatrales, Galiardo Producciones
Serantes K.A. –Santurtzi –15-11-02. Festival Internacional de Teatro de Santurtzi
¿Hay alguna posibilidad de cambiar de vida? Toda la obra intenta visualizar el cambio sufrido por un personaje que interpreta Juan Luis Galiardo y que puede tener rasgos autobiográficos. Un engreído actor televisivo de éxito, alcohólico, violento, mujeriego, déspota que un buen día ante un encuentro casual en un restaurante decide iniciar su cambio radical. Empieza por abandonar a su mujer e irse a vivir solo a un apartamento, deja el alcohol, se sicoanaliza, pide todos los perdones a familiares y amigos, deja más de un año toda actividad profesional, pero llega un momento en que el mundo de su alrededor también se mueve y no sabe exactamente dónde ha quedado.
Y de nuevo la duda, ¿ha cambiado tanto? Su hijo entiende que no ha cambiado, que su ego sigue mandando, que desde otra perspectiva ejerce la misma influencia o lo intenta, y nos quedamos con la sensación de que hay posibilidad de enmendar la vida, de hacer acto de contrición, pero que somos frutos de nuestros esfuerzos y de nuestro entorno.
Es una obra a medida de Galiardo, su mensaje es positivo, reclama la esperanza de cambiar y hasta se visualiza teatralmente con cierta fluidez y gracia. Es un texto solvente en cuanto a estructura, en cuanto a dotar de los monólogos discursivos para ir componiendo el cuadro general, y en un montaje ágil, estéticamente muy pobre, el equipo actoral acompaña en el viaje al personaje central que adquiere un valor documental cuando la ambigüedad hace coincidir personaje y actor y que en el final, al descubrir el juego teatral, nos advierte que al menos ha tirado parte de sus basuras interiores al contenedor.
Carlos GIL