24 edición del Festival Don Quijote de París
La 24 edición del Festival Don Quijote de París se celebra del 21 de noviembre al 6 de diciembre con una programación compuesta por ocho espectáculos: seis de ellos llegados desde el Estado español junto con una compañía boliviana y una producción francesa. Una nueva edición de este veterano festival que en palabras de su director artístico, Luis Jiménez, se presenta como «un Festival de testimonio y de resistencia contra el olvido», no solo por la temática que abordan las obras seleccionadas, sino porque se realiza «a pesar de las carencias institucionales, de la ausencia de política cultural y de una cierta prensa que piensa que el teatro español debe venir de Aviñón» afirma Jiménez. Muchas son las dificultades a las que debe hacer frente Zorongo, encargado de la organización del festival desde su primera edición, pero que con esfuerzo ha conseguido preparar una interesante programación que se llevará a cabo en el Théâtre Café de la Danse.
Comienza esta edición con ‘Famélica’, una obra escrita por Juan Mayorga para la compañía La Cantera y dirigida por Jorge Sánchez cuya base «es una vaga intuición acerca de lo que temes y deseas y ocultas cada mañana cuando ves ante ti las puertas del edificio corporativo», en palabras del propio Mayorga. Sobre el escenario cuatro intérpretes que dan vida a unos personajes que como a tantas y tantas personas, su trabajo no les apasiona, es más les parece desagradable e incluso inútil.
‘Los nadadores nocturnos’ de José Manuel Mora es un espectáculo de danza y teatro dirigido por Carlota Ferrer con puesta en escena de la compañía Meine Seele, una obra que «retrata un mundo enfermo y fragmentado que no deja margen para la inocencia»; un montaje lírico, íntimo e impúdico en el que el desamparo y la necesidad de amor son los sentimientos en los que sumergen a sus protagonistas. La obra se conforma por un conjunto de voces fragmentadas y múltiples historias abortadas que componen el paisaje humano de una ciudad golpeada.
La guerra
Viridiana Producciones pone sobre el escenario ‘Ligeros de equipaje’, una obra escrita y dirigida por Jesús Arbués basada en multitud de crónicas y testimonios reales que tiene como objetivo recuperar unos hechos casi olvidados y perdidos en el tiempo, el éxodo de casi medio millón de personas que cruzaron la frontera huyendo a Francia por los Pirineos en 1939. Javier García y Pedro Rebollo dan vida a casi cincuenta personajes a través de esta historia que «no es una obra sobre la guerra civil, sino un trabajo que trata sobre el olvido, el pasado, la ausencia, la muerte, la vida… y del hombre, capaz de lo mejor y lo peor».
La memoria y la guerra civil son también los temas que aborda ‘Solo son mujeres’ de Carmen Domingo. Factoria Escènica Internacional pone en escena la historia real de cinco mujeres que vivieron la «nefasta y terrible guerra fascista llamada la guerra civil», explica Carme Portacelli, directora de la obra. «La memoria de la guerra ha ocupado un espacio esencial a las familias de las víctimas y nosotros queremos explicar esta realidad silenciada a cinco voces. Queremos hablar de las mujeres que, por el hecho de serlo, fueron el punto de mira del dictador mientras llevaban adelante sus familias con los hombres fusilados, desaparecidos o encarcelados, mientras hacían la resistencia a sus pueblos o ciudades, mientras luchaban por un mundo mejor y nadie se los ha tenido en cuenta», aclara Portacelli, quien añade que «la invisibilidad de la lucha y del sufrimiento de las mujeres impregna, incluso, los propios estudios sobre la memoria histórica».
La voz de las mujeres
Histrión Teatro pone en escena ‘Juana, la reina que no quiso reinar’, el imaginado y emocionante testimonio de Juana I de Castilla, conocida como Juana la loca. La obra escrita por Jesús Carazo es una mezcla explosiva de amor y desamor, ternura, crudeza, dolor y pasión. Gema Matarranz da vida a Juana –finalista a Mejor Actriz Protagonista en los Premios Max 2015–, que rebusca entre el recuerdo y la desesperación para entender una vida impuesta por las necesidades de un Estado. Una obra que se convierte en «el grito desgarrado y feroz de quien sobrevivió a los que tejieron su locura».
En la misma época fue creada por Fernando de Rojas la protagonista del espectáculo que presenta Atalaya, Celestina, la tragicomedia con dramaturgia y dirección de Ricardo Iniesta. La compañía sevillana pone en escena la considerada como la segunda obra literaria más importante en lengua española tras El Quijote, una obra en la que se describen con maestría las relaciones sociales y de clases dominadas por el dinero y el sexo liberadas de la moral religiosa. Esta versión está caracterizada por el expresionismo y el grotesco como reveladores de la crueldad de la condición humana.
Una mujer es también la protagonista de ‘Una niña’, espectáculo unipersonal dirigido al público familiar –el único de esta edición– de La Rous. Rosa Diaz da vida a una mujer que vive en un muelle oxidado pescando todo lo que la gente abandona hasta que un día atrapa con sus redes algo nunca visto: una niña dentro de una botella. Asustada la vuelve a tirar al mar pero… no deja de pensar en esa niña y decide buscarla aunque ya es demasiado tarde el mar se la ha tragado… Aún así ella continúa con la esperanza de encontrarla y esa búsqueda la lleve a tal vez hacia la niña que lleva dentro.
La programación de esta edición se completa con dos espectáculos que tienen dos hechos históricos, en este caso acaecidos en Latinoamérica, como tema central. Desde Bolivia llega a París Teatro de los Andes que pondrá en escena ‘Mar’, creación colectiva de la compañía con el dramaturgo, director y actor Arístides Vargas que ahonda en la pérdida de Bolivia de su litoral en la denominada como guerra del Pacífico a través de la historia de una familia.
Del 4 al 6 de diciembre por su parte y en el Théâtre de Belleville Charles González se encargará de protagonizar ‘Potestad’, una obra de Eduardo Pavlovsky con una puesta en escena de Bertrand Marcos en la que el recientemente fallecido dramaturgo argentino aborda un sangrante hecho que legó la dictadura militar como es el secuestro o rapto de niños a través de un plan organizado por las fuerzas armadas. Una obra sobre este terrible hecho y la complejidad de la represión.