La actriz y dramaturga Juana Dolores protagoniza una performance concebida con ánimo de provocar
‘* HIT ME IF I’M PRETTY *’ se presenta en el marco del Festival Temporada Alta de Girona
La actriz, dramaturga y directora Juana Dolores estrena el 2 de diciembre en el Teatre de Salt en el marco del Festival Temporada Alta 2022. La obra es una producción de Antic Teatre realitzada en coproducción con el Festival Temporada Alta (2022), el Grec Festival de Barcelona 2023 y Le Phénix scène nationale valenciennes (2023, Francia).
Tras su debut escénico con ‘#JUANA DOLORES# *Massa diva per a un moviment assembleari*‘, la artista presenta su segunda pieza, ‘*HIT ME IF I’M PRETTY*‘, un solo performativo sobre la soberanía del objeto de deseo.
‘ *HIT ME IF I’M PRETTY *’ es «una provocación que desafía al Otro a reconocerme como objeto
de deseo: pégame, pégame si soy guapa, pero no lo podrás hacer sin, inmediatamente, reconocer mi
capacidad de hacer desear –voluntariamente o inconscientemente– y, por lo tanto, reconocer mi
poder», explica la artista. «* HIT ME- contiene la violencia de la masculinidad patriarcal en una escala que va de lo violento a lo ridículo; -IF I’M PRETTY *, en cambio, contiene la feminidad independiente y
autosuficiente en su dimensión mítica, casi mágica, en una escala que va de lo bello a lo violento.
Proclamo el imperativo que atenta contra mí misma (hit me-) como una orden –o como un deseo– si
soy digna de ser reconocida (-if I’m pretty). Solo así el Otro puede confesar que aún su violencia
(también) me desea. Y este es mi poder; y si tengo poder, por inofensivo e insignificante que pueda
parecer, por femenino, a ojos de la misoginia estructural, soy poderosa, y soberana si lo sé. Y como
tal, exijo ser reconocida: dispuesta a sacrificarme por delatar el deseo que por mí siente el Otro, aún
su violencia. La soberanía del objeto de deseo a menudo es ignorada u olvidada, pero solo cuando el
objeto es infantilizado es asaltada, no reconocida. Se da, entonces, la resistencia al reconocimiento
del poder de deseo del objeto. Y por eso provoca. Pero toda provocación, si es provocación, es un
desafío. Y desafiar comporta una actitud de duelo entre iguales: de lo violento a lo violento».
Añade Juana Doloress que esta pieza es «un ensayo crítico y escénico feminista sobre la soberanía del
objeto de deseo en un contexto sentimental, erótico, sexual o comercial: a menudo, siempre,
violento o violentado. Infantilizar o despreciar el imaginario femenino anula su dimensión artística,
filosófica, política, autónoma y legítima, universal, no destinada a la deconstrucción sino a la
conservación y la modernización, natural, por otro lado, del curso de la Historia del Arte y de la
vida. La feminidad es un territorio más de nuestra historia y de nuestra cultura popular, que abarca
las contradicciones del objeto de deseo que es sujeto (feminista), sexualizado, erotizado,
sentimentalizado por un Otro o por una Estructura, y que cuando se rebela puede o exigir renunciar
a ser objeto sin nunca conseguirlo o exigir, por contra, defenderse como objeto y convertir al Otro
en semejante. Renunciar a la feminidad y a su complejidad intelectual y sensual, contradictoria
como todas las sensibilidades, es regalarle al neoliberalismo patriarcal la tradición de nuestra propia
imagen, la tradición de nuestro propio ideal, la posibilidad de crear pensamiento crítico alrededor de
nuestro legado femenino desde una perspectiva soberanamente feminista».