El italiano Daniele Finzi y la inglesa Kathie Mitchell presentan sus últimos montajes en Teatros del Canal
Las coproducciones ‘AZUL’ y ‘Orlando’ son estrenos en España
La pasión por el fútbol une a cuatro amigos en la última obra del dramaturgo y director italiano Daniele Finzi Pasca, ‘AZUL. Gioia, furia, fede y eterno amor’, que Teatros del Canal de Madrid estrena en España el 12 y 13 de abril. El montaje italiano, que se representa en versión original con sobretítulos en español, está protagonizado por uno de los intérpretes italianos más populares, Stefano Accorsi. El espectáculo es una producción de la compañía Nuovo Teatro, dirigida por Marco Balsamo, en coproducción con Teatros del Canal acogida al sello Creación Canal, la Fondazione Teatro della Toscana y con la colaboración de la productora Carla Juliano.
Acompañando a Accorsi, Luciano Scarpa, Sasà Piedepalumbo y Luigi Sigillo interpretan a esos cuatro amigos que, reunidos en Montevideo, la capital de Uruguay, en un momento delicado de sus vidas repasan su pasado al hilo de las victorias del equipo nacional, los momentos de éxtasis, las derrotas y las tragedias que han compartido a lo largo de los años.
Estos recuerdos emotivos se cruzan con las íntimas experiencias de los personajes: sus problemas de pareja, el nacimiento de los hijos, el amor a través de un vaivén sentimental de emociones opuestas que conducen en un momento de la obra a una especie de sicoterapia de grupo en torno a ese pasado y su influencia en el presente de los personajes.
El fútbol es para ellos un revulsivo frente al sufrimiento, la soledad o el miedo a la mediocridad. Se aferran a su equipo para no perder la fe en algo, aunque a veces se vean envueltos en alguna peligrosa trifulca con sus rivales. Es precisamente un conflicto violento ocurrido durante un partido el origen de la reunión entre los cuatro apasionados seguidores, todos ellos nacidos, curiosamente, el mismo día. Sus nombres (Pinocchio, Golem, Frankenstein, Adamo) remiten a personajes ficticios de seres que no han nacido de mujer y que contribuye a subrayar el carácter no realista de la obra, donde al amor de la madre lo han sustituido por el de la camiseta azul.
Stefano Accorsi define ‘AZUL‘ como un espectáculo «suspendido entre el sueño y la sencillez, entre la amistad, la ironía, la fragilidad, la pasión, la alegría, la música y los colores» habitado por personajes reales y a la vez de ensueño, «payasos emotivos y divertidos en los que todos nos reconocemos mucho».
Esta definición caracteriza el teatro de su autor Daniele Finzi Pasca, que muestra su apego por contar historias de personajes llenos de humanidad, frágiles y soñadores, a la vez que reproduce el lenguaje de los sueños. El dramaturgo italiano, que ha dirigido para el Circo del Sol y varias ceremonias olímpicas, intenta, afirma «construir imágenes enrarecidas, suspendidas en un tiempo ligero e inventado».
‘Orlando’
La naturaleza cambiante de ‘Orlando‘, el personaje creado por la escritora británica Virginia Woolf para una de sus novelas más recordadas, ha adquirido un mayor atractivo hoy dado lo avanzado de sus temas. Así lo muestra la prestigiosa directora inglesa Kathie Mitchell en el montaje que presenta en Teatros del Canal el 14 y 15 de abril, una coproducción del Schaubühne de Berlín con Teatros del Canal, el Odéon – Théâtre de l’Europe (París), el Göteborgs Stadsteater/Backa Teater y el São Luiz Teatro Municipal (Lisboa), acogida a la red europea de teatros Próspero y con el apoyo del Goethe-Institut Madrid y los Amigos Goethe-Institut España. La obra se representa en la Sala Roja en su idioma original alemán con sobretítulos en español.
Afincada hace años en la Schaubühne de Thomas Ostermeier de Berlín, la directora británica desarrolla su teatro característico en este Orlando estrenado en 2019 en la capital alemana y que este año se representará en Madrid y Lisboa: exhibe en una gran pantalla de cine una película que va rodándose en el escenario e inserta otras ya filmadas. Mientras tanto, los intérpretes, rodeados de cámaras, personal de vestuario y maquilladores, se desempeñan en ese escenario con el texto escrito por Alice Birch, conservando su tono satírico, a partir de la novela de Woolf, publicada en 1928. Mitchell ha basado gran parte de su estilo teatral en esta suerte de cine expandido y a tiempo a real, que explora lo mejor de ambas vías estéticas.
La versión de Birch comprime las 300 páginas de ‘Orlando‘ en un montaje de menos de dos horas, en el que sobre el texto original esparce el lenguaje de hoy (exabruptos, música tecno, consumo de sustancias) y abundantes referencias sexuales. De esta manera los límites entre las épocas se desdibujan; aunque sigue el orden cronológico del relato escrito por la novelista británica: un recorrido por cuatro siglos de historia humana en Gran Bretaña y Europa. En ellos, el personaje de Orlando vive en la corte de Isabel I; se enamora de una princesa rusa durante el reinado de Jacobo I; escribe; se convierte en embajador de Carlos II en Constantinopla. Vuelve a Gran Bretaña siendo mujer, sigue escribiendo, organiza fiestas en el ilustrado siglo XVIII, ama a hombres y mujeres, tanto prostitutas como nobles y, en la conservadora época victoriana, se casa con un hombre.
A lo largo de este periplo, el personaje de Orlando es testigo del constante cambio que experimentan las personas, la naturaleza, los sistemas y los reinados. Asiste a la modificación de costumbres, hábitos e ideas sobre el comportamiento de hombres y mujeres, de la moral, de lo que debe escribir un artista y lo que se le permite pensar a una mujer. Experimenta cómo cambia el tiempo y el clima político, cómo se desarrollan el deseo y los roles de género.
Inspirado en la historia de amor de Virginia Woolf con la escritora Vita Sackville-West, la directora de este montaje ve ‘Orlando‘ como la primera novela del cambio de sexo en inglés, y es su segunda adaptación, tras ‘Las olas’ en 2006, de la novelística de la autora británica, una de las grandes renovadoras de la literatura del siglo XX. Según Mitchell, «su pensamiento no solo sobre el feminismo y la fluidez de género sino también sobre la violencia es pionero».
Roció Berenguer
Por otro lado, Rocío Berenguer presenta en Teatros del Canal a sus criaturas mitad humanas mitad plantas de ‘TheBadWeeds‘, un híbrido de teatro, música, danza y tecnología. La actriz, directora, coreógrafa y artista hipermedia estrena en España este proyecto que explora la relación entre lo vegetal y lo humano. La obra, que cuenta con el sello Creación Canal, se representa en la Sala Negra el 12 y 13 de abril en francés, español, inglés y chino, con sobretítulos en español.
Nacida en España en 1987, Berenguer se afincó en Francia en 2012 y se interesa por los grandes retos y cambios del mundo contemporáneo: la evolución de los espacios de libertad individual en la sociedad, el lugar de la tecnología en la vida cotidiana o las cuestiones medioambientales.
En su espectáculo ‘Homeostasis#V2‘, por ejemplo, plantea un diálogo entre el ser humano y la inteligencia artificial. En G5, alerta sobre las amenazas para el futuro de la humanidad y la diversidad de las especies.
Para cada creación Berenguer investiga y dialoga con científicos. El resultado de esta exploración lo vuelca en un texto que combina con otros materiales en un proceso de hibridación de diferentes medios: texto, danza, vídeos, arte digital.
El uso de las nuevas tecnologías, muy presentes en su obra, parte de un deseo de integrarlas en la escritura poética al tiempo que cuestiona cómo estas tecnologías, omnipresentes en nuestras vidas, modifican nuestras relaciones interpersonales.
En ‘TheBadWeeds’ (Las malas hierbas) ha creado un trío musical formado por tres seres medio humanos medio plantas, una banda trans-especie, que viene del reino vegetal para compartir su mensaje con los humanos. A modo de concierto, en escena, cantan temas entre el electro pop y el hip hop, hablan y proclaman su derecho a ser y convivir con la comunidad humana.