Excitante, libre, peligroso; lo epítetos se agotan para calificar las sensaciones que nos produce una buena función de circo ubicada entre el riego, el prodigio y la payasada.
Desde hace 30 años hay un renacimiento del arte circense en Francia, tal vez impulsado por la fundación de las escuelas profesionales de circo. De ser una enseñanza familiar pasó a ser motivo de estudio con años de teoría y práctica en las aulas. El circo parecía que iba a desaparecer como un viejo navío arrinconado en un muelle, pero que está aquí más presente que nunca, con su espacio fundamental y sus espectáculos ensoñadores, una actualización espléndida para el arte dramático.
Estoy en la cuerda floja, me lanzo al vacío desde un trapecio, pido una red protectora, entro a la jaula de los leones, -eso ¡no! ahora está mal visto trabajar con fieras-, hago malabares con las palabras, giro con el mundo para quedar estático en el espacio, escalo los muros de la razón y me doblego ante la belleza aérea de un cuerpo femenino suspendido en la cuerda: soy un admirador del circo y de las metáforas que nos proporciona.
Traemos al circo impreso en las primeras imágenes de la infancia, Circo Atayde en México, Circo Fratellini en París, Circo Americano en España, circos rusos, circos de tres pistas en Estados Unidos. Circo, maroma y teatro en nuestras vidas, clowns de lo cotidiano.
Y en el cine un circo siempre es espectacular, quiero recordar El Circo de Charles Chaplin, La Strada de Fellini, o la terrible Freaks de Tod Browning, Trapecio con Burt Lancaster y Toni Curtis, sólo para mencionar algunas de las películas que me vienen a la cabeza. La pista y la carpa siempre han sido fuentes de inspiración para los estudios.
Con la creación del Nuevo Circo, aparecen compañía que mezclan con habilidad teatro, danza y números circenses… Por supuesto que pensamos en El Circo du Soleil, o el Circo Eloize que llegan de Canadá. El circo puede entrar sin problema a una producción teatral que lo requiera y seguir una estructura dramática preestablecida.
En Francia las escuelas de circo son las que han marcado la diferencia. Por cierto que a principios de año siempre se presenta el espectáculo profesional de fin de cursos del Centro Nacional del Arte Circense; es como un examen profesional, pero con el regocijo y la satisfacción de un espectáculo muy bien elaborado. Este año no fue la excepción: la 34 generación se presentó en las carpas instaladas en el Parque Cultural de La Villette en el noreste de París.
La CNAC presentó el espectáculo Balestra escrito y dirigido por la autora circense, dramaturga y directora, Marie Molliens, de la compañía Rasposo, con la participación de los 14 pasantes de la promoción. Este centro de enseñanza del circo tiene la acertada idea de presentar cada año las habilidades de los alumnos que salen de la escuela en un espectáculo completo, ideado, escrito y dirigido por una personalidad destacada del ámbito del espectáculo, para mostrar el talento de la generación saliente.
En Balestra Marie Molliens rescata su formación circense-teatral para crear una obra única. Así lo declaró en el momento de aceptar el reto:
Destacaremos la importancia primordial de la onda nerviosa que provocan los gestos circenses en el espectador, el rito expiatorio de nuestros instintos, la búsqueda de una potencia metafórica, todo aquello que implica la experiencia circo-teatro. Buscaré en esta experiencia que sus cuerpos, preparados como un bello instrumento, traduzcan la expresión carnal y orgánica del gesto, aspiren a un renacer, a una génesis propia, a una sublevación, a un impulso primaveral: Venus y Marte.
En esta generación encontramos participantes llegados de Francia, Bélgica, Venezuela, Brasil, Chile… Porque el circo y su escuela están abiertos al mundo, es un lenguaje universal y un estímulo para la creación artística.
Y aquí seguimos en la cuerda floja de nuestras vidas.
París, marzo 2023
