El que cacha cacha
El lenguaje chileno, perdón, me corrijo, el dialecto chileno, porque es tan arbitrario e impredecible que no admite reglas como cualquier idioma que se precie de tal. Definitivamente es una mezcla rara de palabras incluidas en el diccionario de la RAE con vocablos crípticos, difícilmente entendibles por un extranjero.
Sin hacerlo de manera consciente, fuimos unos adelantados a nuestros tiempos en esto del lenguaje inclusivo; no usábamos la x para reemplazar a la a o la o, pero no hacíamos diferencia entre masculino y femenino, éramos, sin saberlo, inclusivos.
También incluimos palabras de nuestros pueblos originarios como el Mapudungun de los Mapuches, el Quechua y el Aymara del norte. En el cocktail también se incluyen modismos de la calle, coa o argot carcelario, palabras extranjeras, y lo que mas me fascina, una adaptación de expresiones en otros idiomas, para transformarlas en el más puro chilenismo.
Al hombre que cuida un barco cuando toda la tripulación ha bajado en un puerto, en inglés se le conoce como “Watch man”, el hombre que mira o vigila. En nuestro país, ese personaje ha adquirido el título de “Guachimán”. La lucha libre, muy popular en mi infancia, es el “Catch as catch can”, toma como puedas, obviamente aquí lo transformamos en “Cachicascan”.
Por supuesto, la fauna no puede estar ausente en este desorden verbal, porque hacer una vaca es juntar dinero entre varios para comprar, por lo general alcohol, y pasarlo chancho con los cabros, pasar una buena velada con los amigos. Esto sirve bastante cuando se está pato, se quiere pasar piola y aun así carretear. No tener dinero, pasar desapercibido y aun así, participar de una fiesta con los amigos. Claro que, para eso, se debe ser muy avispado, inteligente y poder pasar piola, desapercibido, para que no le echen la foca, le llamen la atención. Con todo, a la mañana siguiente es deseable no amanecer pal gato, a mal traer. Los artistas también tienen su espacio; estar Liz Taylor es estar preparado para lo que venga, sobre todo para el carrete antes mencionado. ¿Y Boston? ¿Y vos? ¿Y tú?
Claro que, así como a un argentino se le reconoce por usar la palabra acomodaticia che, en muchas de sus frases, a un chileno se le reconoce por usar la palabra huevón en todo momento, lugar o situación. Se le puede decir a un amigo o a un enemigo. Porque es un muy buen momento o el peor de todos. Para referirse a algo o a nada. Es ideal cuando faltan las palabras porque sirve realmente para todo. Su correcta interpretación depende del volumen, el tono, la postura corporal, y por supuesto, de tener un correcto entrenamiento para su interpretación.
La definición de la RAE como Huevón: imbécil, tonto o falto de inteligencia. Es mezquina en cuanto a la enorme riqueza de esta inocente palabrita que puede ser interpretada como un halago o un insulto.
Realmente no sé cómo logramos entendernos, pero lo logramos. Seguramente en nuestro ADN tenemos el Código Enigma, el mismo que, durante la segunda guerra mundial, los aliados usaron para descifrar los mensajes alemanes encriptados.
La poesía con palabras de diccionario es hermosa, pero no se puede negar que la poesía contenida en el lenguaje del día a día de cualquiera de nuestros pueblos, es maravillosa.
Por último, se debe estar ojo al charqui para cachar cualquier nueva variación en la forma de expresarse y no quedarnos solo con los emoticones de interpretación cerrada, mientras cada palabra nos puede llevar a un universo de significados. Ojo al charqui, atento, cachar, entender. El que cacha, cacha.
Bonus track: En el último hueveo con los huevones, ese huevón con el que nunca habíamos hueviado, fue tan ahuevonado, que me huevió hasta hincharme las huevas. Que huevón.