Universo de luces y sombras
El estreno de “Double Infinite» no se puede calificar en caliente -asistí el día de su estreno- porque se merece tiempo de espera, absorción e impregnación real en lo más íntimo del ser del espectador. Por eso cabe esperar muchos días para abrir la boca o mover los dedos para escribir este artículo.
«Double Infinite» te cala en lo más hondo de lo innombrable, te cala en tu esencia como ser. Debes dejar que el silencio inunde tu valoración y sólo el tiempo podrá poner palabras a lo vivido.
Vaya por delante, para quienes necesiten datos, que la Cia Mal Pelo, con más de treinta años, en su trayectoria ha recibido varios reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Cultura de Cataluña, el Premio Ciudad de Barcelona y el Premio Nacional de Cultura por su trayectoria tanto en el ámbito de la creación coreográfica como en la apertura de nuevos caminos en el baile contemporáneo. En 2022 Mal Pelo ha recibido la Medalla de Oro de la Academia de las Artes Escénicas y el Premio Ciudad de Palma 2022 Margaluz de Artes Escénicas.
Desde la compañía nos dicen: “Double Infinite» es una pieza hecha desde la fragilidad, la sencillez y el amor por su oficio que les interroga sobre la identidad, el individuo o el cuerpo. Pep Ramis y María Muñoz: (…). El cuerpo es la herramienta con la que podemos escribir y diseñar ficciones que nos cuestionen, que nos disloquen. Hablamos de unos códigos infinitamente más desnudos, vertiginosos y reveladores que los de las pulsiones de nuestro hábitat, de nuestro mundo”.
«Double Infinite» te transporta al viaje de lo insólito, a las sombras y luces de tu camino, a las oportunidades que calman y encienden tu persona.
Las palabras del texto (os voy trasladando entrecomilladas algunas de ellas en este artículo) también van manejándose orgánicamente en la coreografía de Ramis y Muñoz: “…si esto es un sueño (…), no quiero saber nada”; …y sigue “¿por qué debo calmarme? ¿por qué?”. …”Estar desnudos es una manera de esperar”.
Es una coreografía que agarra la piel del espectáculo: sensibilidad, tacto, vida, dudas, silencio, latido, madurez, ritmo.
La luz, firmada por August Viladomat y Luís Martí, sabe acompañar arriesgándose, pero sin ser protagonista; un gran ejemplo de diseño en mayúsculas que no pasa inadvertido si quieres analizarlo por separado, pero que en la obra se acopla como segunda piel del espectáculo y resulta imprescindible para narrar la historia.
Resultan excelentes las piezas musicales escogidas y su progresión, te adentran en el universo que vas intuyendo con cada detalle. …”El infinito es una esfera cuyo centro está en todas partes”. La aparente oscuridad escénica abraza la coreografía lanzada y honesta de ambos. “Yo también sé cabalgar desnuda a caballo bajo las estrellas”.
Pep Ramis y María Muñoz nos regalan un preciso juego entre el mirar, entre cada nota, con la voz y con la palabra.
El nivel de interpretación actoral de María y Pep es excelso. Está cuidado. Resultan registros naturalizados de personajes duros. Su interpretación hay que valorarla como actores mismos, y no como complemento de bailarines. Su entrega, sobriedad y realidad son mayúsculas. Ha sido un buen trabajo también de Leo Castro, como colaborador en la dirección.
”…¿algunos ojos en los que mirarse?”.
El marco de la obra se da en un espacio escénico sobrio a la par que conciso, de Pep Ramis y Adrià Miserachs. Hay un continuo equilibrio coreográfico y escenográfico. Y no hablo de equilibrio matemático sino visceral y anímico. A su vez, y pensando que este equilibrio pudiera dar pistas, no, se trata de una obra nada previsible. Llena de magia oscura, pero al fin y al cabo magia. Quizá trate sobre el mundo de la locura; la locura de los sentimientos y de la realidad que te pesa y te atrapa, la única huida es salir cabalgando sobre tu caballo “…imagina que lloran tus manos”. Quizá se trate de un relato de las despedidas y de las pequeñas muertes que podemos experimentar.
Fanny Tollot, que firma el espacio sonoro, ha hecho una gran combinación creada entre la música grabada y la música en vivo y en directo. Cabe mencionar el duo entre la soprano Quiteria Muñoz y Pep Ramis, duo lleno de fuerza y fecundidad energética. Y los músicos Joel Bardolet y Bruno Hurtado se funden respetuosa y magistralmente en la coreografía
Pep Ramis inunda el escenario de elegantes salvajes mágicos momentos. Y una vez más, María Muñoz nos entrega su energía, su estilo, su mundo, su única persona de lenguaje vital.
Así como parece que el paisaje de invierno lo mata todo, el morir no significa desaparecer sino soltar el latido musical de nuestras frustraciones: “Soy el pájaro azul que estoy en tu corazón”.
¿Te atreves a viajar con Mal Pelo al universo de las luces y sombras de los interrogantes y de las afirmaciones? ¿Dónde está el límite entre lo imaginado y lo sucedido?¿Dónde está el límite en los tiempos verbales?.
Autoría: Mal Pelo. Dirección e interpretación: María Muñoz y Pep Ramis
Colaboración en la dirección: Leo Castro. Espacio sonoro: Fanny Thollot
Colaboración musical e interpretación en vivo:
Quiteria Muñoz-soprano, Joel Bardolet-violín, Bruno Hurtado-violoncelo
Iluminación: August Viladomat, Lluís Martí. Técnico de sonido: Andreu Bramon
Escenografía: Pep Ramis, Adrià Miserachs. Vestuario: Carme Puigdevalli Plantés
Textos: Mal Pelo con algunos extractos de Berger, Bukowski, Pascal y Passolini
Teatre Nacional de Catalunya. Barcelona. Estreno 2 julio 2023