‘La tejedora de números’ recupera la figura de la matemática Ada Lovelace
La Westia Producciones estrena la obra, escrita por César Alonso, el 23 de septiembre en el Teatro Jovellanos de Gijón
La compañía asturiana La Westia Producciones estrena el 23 de septiembre, a las 20;30, en el Teatro Jovellanos de Gijón ‘Ada Byron: La tejedora de números’ una obra que mezcla teatro y matemáticas para recuperar la figura de Ada Lovelace, hija de Lord Byron y considerada la madre de la informática.
Escrita por César Alonso, dirigida por Ernesto Arias e interpretada por Ici Díaz, Francisco Pardo, Isabel Marcos y César Alonso, la obra pretende «rescatar del olvido a una impresionante mujer y divulgar su importante figura». Ada Lovelace, matemática, es considerada la primera programadora de la historia . Visionaria y adelantada a su tiempo, vivió en la primera mitad del siglo XIX y sus investigaciones, olvidadas durante años, han sido determinantes en la aparición de la disciplina transversal que impregna todos los aspectos de la vida actual: la informática.
César Alonso (matemático, actor y dramaturgo) ha escrito un texto donde mezcla ingredientes aparentemente dispares como matemáticas, poesía o filosofía, combinándolos para imprimir al conjunto un ritmo teatral sugerente y entretenido. La obra pretende darle la dimensión que merece a esta mujer, no sólo contando su vida, sino también explicando sus investigaciones y conjeturas científicas de manera sencilla para que cualquiera sea capaz de entender su grandeza y relevancia. No sólo pretende rescatar y divulgar la figura de Ada Lovelace, sino también plantear conflictos y exponer temas que puedan resultarles cercanos al espectador de hoy en día: la existencia, las relaciones familiares, las expectativas y frustraciones, el amor y desamor, etc…
¿Cuáles serían las verdaderas razones para que Ada Lovelace tomara la decisión de que fuera enterrada junto a su padre, Lord Byron, al que no había conocido personalmente ya que, cuando apenas contaba un mes de vida, éste abandonó a su mujer, Annabela, y a su hija Ada? Este misterio es la semilla que hizo brotar la dramaturgia de ‘Ada Byron: La tejedora de números’ , explica César Alonso. En la obra, Ada Byron hace un repaso de toda su vida durante su último minuto de existencia terrenal. Esta retrospectiva la realiza junto a su padre, Lord Byron, que acude a visitarla para conducirla a la eternidad y hacerle una importante revelación. Así pues, el tiempo escénico de la obra es de tan sólo un minuto, que está marcado por una cuenta atrás de esos sesenta segundos. En cuanto al espacio escénico, éste se sitúa en la mente de Ada, con excepción del inicio y el final, que transcurre en el plano real junto a su madre y Charles Babbage. Toda la puesta en escena está al servicio de esta atmósfera entre real y onírica, con saltos temporales frecuentes que marcan el ritmo de la obra.
Este encuentro entre Ada y su padre, que nunca se dio en la realidad histórica, permite un interesante juego escénico, pues crea y hace crecer un conflicto padre-hija que va tomando protagonismo conforme avanza la obra. La ausencia paterna unida al sentimiento de fracaso de Ada y a su condición de mujer (que constituye uno de los ejes transversales del texto), desencadena el conflicto final paterno-filial, que desemboca en una posible resolución de la pregunta inicial, anteriormente enunciada.