No pretendo incursionar en política, publicidad ni disciplina alguna donde se trate de influir en las decisiones individuales, pero he estado leyendo un poco sobre algunas herramientas de manipulación social. Están ampliamente estudiadas y han sido aplicadas desde siempre, incluso antes de ser etiquetadas. Es tanto así, que incluso en prestigiosas universidades, teóricamente cuna del nuevo conocimiento, se les enseñan a futuros profesionales de la manipulación de masas.
Políticos, publicistas, psicólogos, psiquiatras, asesores… sin duda las manejan dentro de su arsenal de recursos.
Estoy seguro de que en más de una ocasión nos hemos sentido en un intento de manipulación psicológica, sin saber exactamente cuál es el mecanismo aplicado, algo nos incomoda.
Basta con seguir la carrera política de un inocente jovencito y ver como gradualmente se va ajustando al molde o como en publicidad se repiten las mismas estrategias, para darnos cuenta de cómo somos objeto de intentos de manipulación, las más de las veces, exitosos.
Una de estas herramientas me tan obvia, que me extraña su alta efectividad:
“Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.
Es bastante parecida a un modismo chileno: “tirar la pelota al corner”.
Está claro de que no se trata de defender lo indefendible, sino de producir el suficiente humo comunicacional como para dejar de ver lo realmente importante.
No puedo dejar de pensar en la época en que nos distrajeron a los chilenos con el paso del cometa Halley, mientras la política del dictador nos tenía a mal traer, o de como en argentina, el dictador local, inventó el conflicto de las Malvinas o Islas Falkland, dependiendo a quien se le pregunte, para distraer la atención de la población sobre las atrocidades cometidas por los militares.
Tómense unos segundos y de seguro pueden recordar muchos ejemplos de lo mismo.
La otra máxima que encontré tan manoseada, pero efectiva es: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
Las armas de exterminación masiva de Irak ¿las encontraron o solo especularon con el precio del petróleo?
Cada uno tendrá su respuesta, aunque la evidencia de la historia parece avalar la máxima.
La única forma de no ser manipulado es conociendo al menos en teoría, estas herramientas de manipulación psicológica de masas, para no ser uno más entre la masa impersonal.
Hoy en día, no solo la tecnología tiene secuestradas a nuestras conciencias, es innegable el hecho de como la publicidad también hace lo suyo, y a ese respecto: “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida”. Quizás, no, estoy convencido de como muchos de quienes llegan a estamentos de poder, conociendo esta frase, hacen lo necesario como para no mejorar el nivel educacional de la población. Siempre va a ser más fácil de convencer a quien no tenga los argumentos como para cuestionar, que a quien esté instruido y sepa, no solo de su propia realidad, sino que de la forma de vivir en otros lugares del planeta.
El principio de la unanimidad se trata de convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.
Al menos con este principio algo se puede lograr si y solo si, nos esforzamos por transmitir nuestras propias vivencias a quienes aun no las han tenido, no en animo de lucimiento personal, sino que tratando de mostrar a los demás otras realidades posibles.
Me acabo de acordar; el lenguaje del arte lo hace posible.
Quizás el arte es otra herramienta psicológica efectiva, y sobre todo, positiva.
¿Qué tal si hacemos el intento?
¿El cuadro Guernica de Picasso no tuvo algo de esto en el momento en que fue pintado?
