La coreógrafa Elvi Balboa estrena ‘ANÖA’ en el Teatro Rosalía de Castro de A Coruña
La compañía concibe su nueva obra como un ritual que muestra la vulnerabilidad de cinco cuerpos
El 19 de abril de 2024 el Teatro Rosalía de Castro de A Coruña, a través del programa TRC Danza, acoge el estreno de ‘ANÖA’ el nuevo espectáculo de la compañía de Elvi Balboa, coreógrafa galega residente en Barcelona. La pieza está coproducida por el Centro Coreográfico Galego de la Xunta de Galicia e interpretado por Marina Capel, Lucía Bocanegra, Joan Aguilà, Berta Pascual y Joel Pradas, con espacio sonoro de Mourae.
Para su creadora, ‘ANÖA‘ se contempla «como un ritual que tiene la voluntad de mostrar la máscara, la vulnerabilidad de cinco cuerpos en movimiento que anhelan llegar al clímax. Un viaje efímero y acumulativo en el que involucrar al cuerpo para producir una experiencia emocional y sensorial. Un espectáculo de danza pensado como un acto de insistencia y resistencia, una acumulación de energía sensual, movimiento y voz para lograr una liberación catártica».
«En la era de la velocidad y la tecnología, nuestras vidas están en constante movimiento, impulsadas por la búsqueda de eficiencia y producción. Nos encontramos inmersos en inercias cotidianas, donde el tiempo parece acortarse y nuestras atenciones se fragmentan debido a la sobreestimulación y la constante distracción. En este contexto, nos encontramos anhelando liberarnos del peso de la aceleración, buscando un momento de pausa y conexión con nuestro cuerpo. Una de las cosas que nos hace estar presentes en esta aceleración de la vida, es el cuerpo en su entendimiento más físico. El cuerpo danzante», explica Elvi Balboa.
Este viaje coreográfico se desarrolla en tres fases: «el precuerpo o CUERPO PREMONITORIAL, el nudo o CUERPO CLIMÁTICO y el desenlace o CUERPO LIBERADO. Partimos de acciones cotidianas reconocibles, como las posturas de yoga, el saludo al sol, y profundizamos a través de la energía sensual y visceral en una catarsis física donde cada intérprete descubre su propia identidad y expresión movido por el deseo de alcanzar la cúspide».
El espectáculo no sólo utiliza el movimiento para comunicar el viaje que propone a los espectadores, sino que también utiliza la importancia de la voz y de un elemento ficticio, las Jumping Boots, metáfora de la «modernidad líquida» de Bauman, ya que nos lleva visualmente hacia lo tecnológico pero también representa una fuerza animal que contrasta con la fluidez del desarrollo de la obra. «Utilizamos este elemento físicamente limitante para investigar lo que nos frena y nos bloquea, investigando así la carga psicológica y la necesidad de liberación a través del lenguaje del movimiento».
La propuesta artística de Elvi Balboa se centra en vehicular el mensaje de su propia experiencia a través del cuerpo y la de todos los cuerpos que desean “ser vistos” como individuales, reconocerse y ser reconocidos más allá de la colectividad a la que pertenecen. Es, pues, mediante el lenguaje de la danza, que encuentra la estrategia de dar forma a la necesidad de compartir, comprender y cuestionar al individuo y el mundo que habita.
«El cuerpo nos dota de un sentido de pertenencia, de inclusión y de migración. El cuerpo es algo que no elegimos y cuyo potencial comunicativo permite, mediante el proceso creativo cuestionar y cuestionarme ¿quién soy?».