Secun de la Rosa dirige a Natalie Pinot en la historia de Juanita Capdevielle
‘Los libros ardieron’ podrá verse en Teatro del Barrio del 6 al 27 de octubre
El Teatro del Barrio de Madrid acoge el estreno de ‘Los libros ardieron (vida y muerte de Juanita Capdevielle)’, de Secun de la Rosa. Será del 6 al 27 de octubre.
En ‘Los libros ardieron’, el actor y dramaturgo Secun de la Rosa dirige a Natalie Pinot, acompañada de la música en directo (guitarra y piano) de Pablo Méndez. Capdevielle fue la primera mujer directora de la biblioteca del Ateneo de Madrid, desde donde apoyó a intelectuales y artistas de su tiempo.
La fusilaron el mismo día que a Federico García Lorca. En palabras su director, «Sentimos importante dar voz a este personaje del que apenas se ha hablado. La suya es una historia que ha quedado sepultada. Ella fue una mujer adelantada a su tiempo». «Juanita era valiente. Fue universitaria, compañera de los poetas y científicos punteros del momento. Daba conferencias sobre temas como la sexualidad o la mujer», añade.
A Juanita Capdevielle la obligaron a salir de A Coruña tras el fusilamiento de su marido, el abogado y político Francisco Pérez Carballo, gobernador civil de la ciudad en el mes de agosto de 1936. «Pasó de ser bibliotecaria a la primera mujer directora jefa de una biblioteca importante, primero en la universidad y luego en el Ateneo de Madrid. Luchó sotto voce por ayudar a escritores y poetas. Ayudó a montar la última función de La Barraca, un Lope de Vega en el Ateneo, ante de la Guerra Civil», explica Secun de la Rosa. Oculta en casa de su amigo Vitoriano Veiga, va desentrañando los detalles de toda una vida, rodeada de libros y literatura, desde que era una jovencita soñadora en Pamplona. «Terminó viendo quemada su biblioteca en una plaza pública (de ahí el título de esta función). Es extraño que, con su importancia y habiendo sido la mujer del gobernador civil de A Coruña, donde la llevó María Casares, no se sepa casi nada de ella. Esta obra, poética y que también toca el género policíaco, es un homenaje a la gente que ama la cultura sin dedicarse, necesariamente, a la escritura o la poesía. Gente que la respalda. Es una defensa de las y los espectadores».