‘La comedia de los errores’ llega al Teatre Goya de Barcelona
Andrés Lima dirige un reparto encabezado por Pepón Nieto
El Teatre Goya de Barcelona presenta ‘La comedia de los errores’ a partir de hoy, 22 de octubre y hasta el 3 de noviembre. Esta obra de William Shakespeare versionada por Albert Boronat y dirigida por Andrés Lima cuenta con un elenco encabezado por Pepón Nieto, acompañado de Santiago Molero, Fernando Soto, Rulo Pardo, Avelino Piedad y Esteban Garrido. La producción es fruto de la colaboración entre el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, Pentación Espectáculos y Mixtolobo.
En la rueda de prensa de presentación estuvieron presentes Jordi González, vicepresidente de Arte y Contenidos de Focus, Andrés Lima, director de la obra, Pepón Nieto, protagonista, y Albert Boronat, responsable de la adaptación.
Jordi González dio la bienvenida a los asistentes, agradeciendo la presencia de los medios y de los miembros de la compañía, algunos de los cuales ya habían trabajado previamente en el Teatre Goya. Destacó la colaboración habitual de Andrés Lima con este teatro, habiendo dirigido a Josep Maria Pou en Moby Dick en 2018. También resaltó la calidad de Pepón Nieto, afirmando: «Era hora de contar con un actor de su talla, sobre todo conociendo su amor por el teatro. Aquí siempre buscamos lo mejor de todo el país».
El vicepresidente de Focus explicó el valor de contar con una obra como ésta en la cartelera: «Un productor estadounidense me dijo una vez: lo más importante en esta profesión es tener la oportunidad de equivocarse, porque de los errores se aprende. De eso trata esta obra, de los errores. Tenemos a Shakespeare, a Lima, a Pepón y a una compañía increíble, respaldada por dos grandes productoras como Pentación Espectáculos y Mixtolobo, presentando una obra llena de enredos, que ha cosechado maravillosas críticas en Madrid. Es un orgullo que este montaje forme parte de la programación del Goya».
Andrés Lima explicó que la obra, como sugiere el título, surge de una serie de errores y situaciones inesperadas, reflejando la ambigüedad tanto en el texto como en la figura de Shakespeare: «Siempre me he considerado un error de la naturaleza, y creo que es fundamental reconocer nuestra imperfección para aprender. Esta es, en esencia, la tesis del autor. Además, Shakespeare es un ser ambiguo, y esa ambigüedad está presente en la obra. Hay un juego de sexos que hemos llevado más allá, debido a otro error inicial: habíamos planeado contar con más actores, pero debido a imprevistos, tuvimos que adaptarnos al elenco disponible, lo que recuerda a las clásicas compañías shakesperianas donde los hombres interpretaban papeles femeninos. En el mundo actual, esto abre la posibilidad de ser quien uno quiera ser, creando una fiesta de ambigüedad sexual en escena».
Lima añadió que el proceso de dirección ha sido un placer, pese a la dificultad de controlar un caos aparente que, en realidad, esconde un montaje preciso, en el que los actores actúan como verdaderos malabaristas: «El caos que vemos en la función depende de la armonía y precisión en la organización». También señaló que uno de los principales retos fue adaptar correctamente el texto al público, ya que muchos de los recursos lingüísticos y cómicos de Shakespeare son difíciles de traducir: «La trama es el viejo truco de los gemelos. La colaboración con Albert Boronat fue clave para mantener el espíritu de Shakespeare. Algunos versos podrían pertenecer a Romeo y Julieta o Macbeth, pero la traducción fue todo un desafío, y Albert lo manejó brillantemente».
El dramaturgo Albert Boronat explicó que el tema central de la obra gira en torno a la idea de que el error es parte de la salvación: «En un mundo donde todos buscan la respuesta correcta, la posibilidad de equivocarse y celebrarlo nos abre a nuevas preguntas, nos enriquece. La obra habla de cómo abrazar la vida tal como es, imperfecta. El error nos ofrece una perspectiva más diversa y festiva». Según Boronat, la obra es un homenaje tanto a Shakespeare como a los actores que representan sus textos.
Pepón Nieto, quien protagoniza la obra, la describió como una auténtica fiesta: «Queríamos disfrutar y celebrar la posibilidad de equivocarnos, tanto en el escenario como en el patio de butacas. Somos seis actores interpretando a más de veinte personajes, lo que exige un gran esfuerzo. Al principio, parece un Shakespeare tradicional, pero poco a poco vamos rompiendo con esa imagen».