‘Whitehorse, Canada’, una reflexión íntima sobre el deseo de cambiar
La nueva obra de Juan Jimémez Estepa se representa los sábados de noviembre en Nave 73 de Madrid
El próximo mes de noviembre, la sala de teatro Nave 73 en Madrid acogerá el estreno de la nueva obra de Juan Jiménez Estepa, titulada Whitehorse, Canada. La pieza, escrita y dirigida por el propio Estepa, cuenta con un reparto integrado por Carlos Algaba, Elisa Berriozabal, Eva García-Vacas, Teresa Mencía y Patrick Martino. Es una producción conjunta de Teatro Cinco y Eslinga Producciones y se representará todos los sábados y domingos de noviembre a las 19:00 horas.
La historia sigue a Alonso, un hombre que desea romper con su vida actual y comenzar de cero en Whitehorse, una ciudad al norte de Canadá. A través de esta narrativa, Estepa reflexiona sobre el deseo de transformar radicalmente la vida y las dificultades emocionales que esto conlleva.
Esta producción es una continuación del estilo poético y emocional que ha caracterizado a Estepa en sus anteriores trabajos, como Los hombres tristes o Cuando sea mayor. El dramaturgo expresa en Whitehorse, Canada un enfoque optimista sobre el futuro, aunque sin ignorar los retos emocionales de dejar atrás el pasado. Es una reflexión íntima sobre el deseo de cambiar, con un toque de melancolía y esperanza, una obra profundamente introspectiva y universal en su temática.
En Whitehorse, Canada, el protagonista Alonso se enfrenta a uno de los mayores desafíos de la vida: cambiar radicalmente su rumbo. La obra explora este deseo a través de un viaje tanto físico como emocional, que lo lleva a querer abandonar todo lo que conoce —su trabajo, su familia y sus amigos— para comenzar de nuevo en una ciudad lejana. Este conflicto interno refleja una búsqueda común en muchos adultos, que en algún momento desean escapar de las responsabilidades y la rutina, imaginando que en otro lugar, lejos de todo, la vida será más plena y auténtica.
La ambientación de la historia en Whitehorse, una remota ciudad en el noroeste de Canadá, no es casual. Estepa elige un destino tan lejano y exótico para Alonso, no solo como un lugar físico, sino como un símbolo de lo inalcanzable, de una vida idealizada. La ciudad, que guarda un vínculo con la madre del protagonista, sirve como el motor que impulsa a Alonso a emprender una huida emocional, pero la obra plantea la pregunta: ¿es posible realmente escapar de uno mismo? A medida que el personaje comienza a despedirse de su vida actual, se da cuenta de que las ataduras con el pasado son más profundas y complejas de lo que esperaba. Esta dicotomía entre el deseo de libertad y la inevitable melancolía por lo que se deja atrás, atraviesa toda la narrativa.
Whitehorse, Canada busca trasladar al espectador no solo a un viaje físico hacia un lugar lejano, sino también a un viaje emocional cargado de reflexiones, combinando momentos oníricos con una realidad palpable.