Es con gran pena y emoción que enviamos nuestro último Boletín Intermedio de esta primera etapa. Pero es con la misma emoción y con inmensa alegría, que anunciamos una futura salida de una nueva etapa Intermedio de Puerto Rico. Varias razones se imponen. En primer lugar, a partir de este mensaje ya no contamos con el uso del servidor del Ateneo Puertorriqueño, al que agradecemos estrechamente su permiso –como tribuna libre- para nuestros fines.
En segundo lugar, nuestra computadora recibió un virus mortal que borró todos los directorios y los archivos y nos mantuvo fuera de combate por más de cuatro meses, en lo que reconstruímos los archivos de viejos discos de resguardo. Pero la perdida fue fatal. Incluso perdimos algunos números –regulares y urgentes- que esperamos recuperar gracias a la benevolencia de algunos amigos.
Tercero, ante las graves situaciones a las que se enfrenta el mundo en esta III Guerra Mundial, nuestra posiciones serán en el futuro más aguerridas, más severas y más directas con lo que a Puerto Rico respecta, y estas posiciones, -que inciden definitivamente en el Teatro- deberán ser expresadas con mayor claridad y se les dará aún más importancia.
Intermedio cree en el Teatro Puertorriqueño como una expresión de resistencia, de supervivencia de la identidad nacional –oprimida por la bota del gobierno estadounidense desde 1898- y no empece su género, su estilo, su autor, su plástica y su expresión, creemos que el teatro puertorriqueño es siempre foro de esa condición.
Por esa razón, Intermedio de Puerto Rico seguirá siendo foro público de la inconformidad y la decepción de los teatristas con el Gobierno de Puerto Rico, el actual y los que vengan. Mientras en el país se pierde tiempo discutiendo los líos de pantalones de la Gobernadora, o haciendo polítiquería con asuntos tan serios y graves como Vieques… la cultura, el teatro y la creación padecen la peor crisis de su Historia. Así Intermedio será vigilante de esa política cultural y severo juez crítico de ella. Los que estamos detrás de Intermedio, -tanto el que firma como sus colaboradores-, estamos muy claros en que hay muchas cosas que decir sobre la política cultural del estado y no cejaremos ni un instante en continuar denunciándolas, a costa de lo que sea. Es de esta y no de otras formas diplomáticas o de “pasaditas de mano” que los funcionarios electos por el pueblo, empleados y pagados por nosotros, cumplen con el sagrado deber de servir al páis. 3o años de guerras culturales nos han demostrado que la presión pública es la única manera de que los Gobiernos obedezcan los reclamos de sus creadores. Ellos se van cada cuatro años o menos, nosotros seguimos aquí.
Estamos en los trámites de levantar los fondos para establecer nuestra página web y obtener un servidor privado para nuestro propósito. Se aceptan donaciones.
Les mantendremos informados, y con esta va también nuestra excusa por nuestro silencio de algunos meses, en los que nuestros equipos fueron víctimas del terrorismo cibernético.
Reciban nuestros saludos, y nuestra solidaridad en estos tiempos tan difíciles.
Roberto Ramos-Perea
