El compositor Gonzalo de Olavide ha sido galardonado con el Premio Reina Sofía de Composición Musical, que este año celebra su XIX edición, convocado por la Fundación Ferrer Salat. El galardón, con una cuantía de tres millones de pesetas (500.000 más que en la pasada edición) es el mejor dotado de España en su género. El jurado, compuesto por los compositores Carlos Cruz de Castro, María Luisa Manchado, Jesús Torres, Mauricio Sotelo y Miguel Angel Coria decidió dejar desierto el Premio del Concurso y conceder a Olavide el galardón «en reconocimiento al conjunto de su trabajo y a su valiosa aportación a la cultura española a través de una obra que enriquece la música de nuestro tiempo».
En esta edición se presentaron al concurso 51 partituras (cinco de ellas no españolas) y todas de un alto nivel –dijo Cruz de Castro, presidente del jurado–, aunque no el suficiente para llegar al listón de exigencia que impone el galardón.
Sergio Ferrer Salat, en nombre de la Fundación, adelantó que se está estudiando el lanzamiento de un CD con la Orquesta de RTVE que recuerde los veinte primeros años de este organismo, que se cumplirá en 2002.
Por su parte, Gonzalo de Olavide, resaltó el «honor cuádruple» que significa este premio para él por el prestigio del mismo, por el nombre que lleva, por los ilustres compositores miembros del jurado y porque este jurado pertenece a generaciones anteriores a la suya que determinarán la música del siglo XXI. El premiado manifestó que su música es del siglo pasado y que espera que lo siga siendo en el presente.
Olavide nació en Madrid en 1934 y realizó sus estudios en los Conservatorios de Madrid, Bruselas y Amberes. En 1964 se estableció en Colonia donde trabajó análisis, composición, técnicas electroacústicas y fonética. En ese mismo año se estrenó en aquella ciudad su obra ‘Indices’, para orquesta de cámara.
A finales de 1966 se estableció en Ginebra donde desarrolló una intensa labor musical como intérprete, compositor y conferenciante colaborando con diversos centros de Suiza.
En 1974 recibió una beca de la Fundación Juan March para la realización de ‘Clamor I’, obra electroacústica, ‘Clamor II’ para cinta magnetofónica y gran orquesta y ‘Clamor III’ para voz, dos pianos y percusión.
En 1980, el Ministerio de Cultura español le otorgó una ayuda para componer su obra ‘Oda’, sobre un poema de Antonio Machado, y en 1986 recibió el Premio Nacional de Música.
Durante los años transcurridos fuera de España, Olavide mantuvo una estrecha relación con la vida musical española. Entre otras, su ‘Sinfonía’ (homenaje a Falla) se estrenó en el Festival de Granada. «Estigma’, ‘Perpetuum Mobile’ y ‘Silente Aria’ son otras composiciones sucesivas.
En 1991, Gonzalo de Olavide se trasladó definitivamente a España. Su estreno más reciente tuvo lugar en el Festival de Alicante en octubre de 2001 con ‘El piso cerrado’, obra electroacústica engardo del Centro para la Difusión de la Música Contemporánea y Radio Clásica.
