El prestigioso realizador chileno Patricio Guzmán (Santiago de Chile, 1941) vuelve a adentrarse en la conflictiva realidad de su país en ‘El caso Pinochet’, un documental en el que relata el proceso judicial que se instruyó contra el general Augusto Pinochet desde que fue detenido en Londres a raíz de una orden del juez Baltasar Garzón. La película, estrenada en Francia el pasado 10 de octubre con buena acogida de crítica y público, llega hoy a las carteleras españolas. Guzmán sigue paso a paso el proceso judicial, intercalando explicaciones de personas que lo vivieron de cerca: El periodista de ‘El País’, Ernesto Ekaizer; el empresario y amigo personal del dictador, Peter Schaad; el ex ministro de Thatcher defensor de Pinochet, Norman Lamond; el abogado de la Corona y especialista en extradición Clive Nichols; y el principal abogado español de las víctimas, Joan Garcés, entre otros.
Los jueces Garzón y el instructor de la causa en Chile, Juan Guzmán, colaboraron con el realizador, pero no pudieron realizar declaraciones dada su condición de jueces cuyos casos estaban abiertos. El documentalista no consiguió la colaboración de diversas personas, sobre todo de propinochetistas, ni de los abogados del ex dictador.
El documental, que se proyectó el pasado 30 de noviembre en el Museo Guggenheim de Bilbao, dentro del marco del certamen Zinebi de Bilbao, tiene como máximos protagonistas a los testimonios de represión pinotechista: se trata principalmente de mujeres que relatan en un tono de confesión cómo fueron torturadas y violadas, cómo vieron morir a sus hijos y a sus compañeros de encarcelamiento.
«Lo que más me apasionó es que nadie antes había dado importancia a las declaraciones de estas personas, que pese al dolor, quieren seguir viviendo y luchando», dijo hoy Guzmán en rueda de prensa, a la vez que relató cómo, a veces, y dada la dureza de los testimonios, el cámara tuvo que detener la grabación porque «rompía a llorar».
Esta debe ser una de las razones por las que ‘El caso Pinochet’ consiguió el premio Grand Prix del Festival Internacional de Documental de Marsella, además de conseguir buena acogida en la Semana de la Crítica de Cannes 2001, en la Seminci de Valladolid, dentro de la sección Tiempos de Historia, y en Cinémas du Monde de Montreal.
«Es una película desnuda, mínima y metafórica. Es un filme sobre la incredulidad, sobre un hecho que parecía irreal, sobre un accidente que permitió a la justicia anular la impunidad de un tirano famoso en el mundo», señaló Guzmán, quien habló del documental sobre los campos de exterminio nazis ‘Shoa’, de Claude Lanzmann, como principal referente para su último trabajo documental, producido por Paco Poch & Benecé Documental.
Este realizador, que con el documental ‘La batalla de Chile’, con el que consiguió numerosos galardones en distintos certámenes europeos, consideró que el género cinematográfico que el tanto utiliza debe «asombrar al público, no aburrirle», y que para ello es importante que «la historia tenga una estructura dramática».
Finalmente, Guzmán, también responsable de ‘En nombre de dios’ (1987), ‘La santa cruz’ (1992) y ‘Memoria obstinada’ (1997), anunció que uno de sus próximos proyectos es la realización de un documental sobre la figura de Salvador Allende, que producirá Paral·lel 40.
