Proyectos de Calixto Bieito
El director teatral Calixto Bieito mantuvo un encuentro informal con los medios de comunicación para comentar sus actuales proyectos, el último de los cuales, «Macbeth», se estrenará el 3 de febrero en el Münchner Kammerspiele de Munic y a finales de febrero en Barcelona. Bieito está también al frente de otras dos producciones que han despertado polémica allí donde se han estrenado, como «Don Giovanni», de Mozart, en el Teatro de la Ópera de Hannover el 20 de enero y en la National Opera de Londres el pasado verano; y «Un ballo in maschera», de Verdi, que ya levantó ampollas en el Liceu de Barcelona y que se estrenará en Londres el 21 de febrero.
«Se ha dicho que soy el director más excéntrico de Europa y cuando lo leí me quedé muy parado», comentó hoy Bieito, para quien lo más importante es «cómo trasladar al público una obra para que la sienta de la misma manera que cuando se vio por primera vez». Criticado y alabado a partes iguales, Bieito considera que «no se deben repetir los mismo cánones siempre porque no llegaremos al público».
Por ese motivo, Bieito aboga por una ópera y un teatro en el que se introduzcan «variaciones», un hecho que, por el momento, ve que el público se toma con «miedo». «Uno de los sentimientos más profundos que tiene el ser humano es el miedo al cambio», sentenció, y añadió que «la ópera está asociada a un tiempo y a un concepto aristocrático que ahora ya no es el mismo. Por eso Bertold Brecht odiaba la ópera, porque decía que ese concepto aristocrático era repugnante». «Las variaciones se han de aplicar a la ópera y al teatro», dijo, «hay que ofrecer sorpresas y novedades para que la gente no se aburra».
Si la versión de «Un ballo in maschera» de Bieito escandalizó al público del Gran Teatre del Liceu, la polémica en torno al director ya vuelve a estar servida por la exclusión de su «Don Giovanni» de los abonos para la próxima temporada. «Me enteré en Hannover», explicó, «y tengo sentimientos contradictorios al respecto y no una opinión definitiva formada». Según Bieito, «lo importante es que se hará», mientras que lo positivo de la decisión del Liceu es que «verá la ópera quien quiera». A la vez, reconoció sentir que esta ópera sea tratada «como si fuera una película de serie S».
«Quien venga pensando que hay sexo va a quedar decepcionado», explicó, «es un retrato de una parte de la sociedad actual». Bieito dudó de que un asunto de estas características beneficie al Liceu, como cree que sí lo benefició, en términos de publicidad y promoción, el estreno polémico de «Un ballo in maschera», y añadió que «las guerras necesitan de muchas batallas para ser ganadas».
«Un ballo in maschera» se estrenará el 21 de febrero en Londres, un estreno que Bieito aceptó «temer», sobre todo en vista de la «fría respuesta del público a su «Don Giovanni» el pasado verano. Respecto a esta producción, que llegará a Barcelona en noviembre de 2002, dijo que ha establecido con ella una relación muy estrecha, y destacó las críticas positivas de la prensa alemana tras su estreno en enero.
«Al principio sólo vieron que estaba llena de sexo y violencia, pero acabaron diciendo que era melancólica», explicó, «en Barcelona este punto estará acentuado». «Don Giovanni» habla, según Bieito, de «una sociedad que no sabe hacia dónde va».
Según explicó el director, le «ronda por la cabeza» crear una compañía estable de actores afincados en el Teatre Romea. La idea de compañía, que ha ido madurando desde su trabajo con los actores alemanes de la producción de «Macbeth» en ese país, está en fase «embrionaria», aunque precisó que «sería para que la gente identificase a este teatro con ciertos actores y actrices».
«Se ha de llegar hasta el final con un proyecto cuando se tiene un teatro», explicó Bieito, quien cree que «podré desarrollar más cosas con actores fijos». «En los teatros públicos de esta ciudad, un actor cobra 6.000 pesetas por un ensayo», dijo, y añadió que «yo quiero otro sistema. Quiero hacer este proyecto, con contratos anuales y todo esto», explicó, sin dar más detalles.
En estos momentos, Bieito prepara el estreno de «Macbeth» en el Teatro Romea de Barcelona, que será el 25 de febrero. La producción estará protagonizada por Mingo Ràfols, Miquel Gelabert y Roser Camí y gira en torno a «el miedo, la paranoia, la violencia y la familia», explicó el director, quien dará más detalles en una cercana rueda de prensa.
Al igual que en otros montajes de Bieito, su «Macbeth» está actualizado, ubicado en un espacio inconcreto «muy doméstico, lleno de cosas domésticas», en el que destacaban hoy una nevera verde en un escenario semivacío. Para la ocasión, el director ha construido una pasarela de metacrilato que rodea toda la platea «para que los actores puedan distribuir toda su energía por la sala y se puedan asesinar fácilmente», explicó.
Los ensayos, «duros, de trabajo muy intenso», están encaminados a sacar el máximo de los actores, porque Bieito quiere «un actor que trabaje con el público. Creo en un teatro interactivo, por eso tienen que tomar riesgos y aportar cosas nuevas», declaró. En el estreno de «Macbeth» en Salzburg, cuatro de los actores acabaron en el hospital, según relató, ya que, «aunque no me gusta la violencia, me horroriza, esta es una obra terrorífica y muy violenta».