Juan Echanove realizará por fin el montaje «Alrededor de Borges» en Barcelona. El espectáculo, que se estrenó hace ocho años, no pudo llegar a la ciudad porque al actor se le ofreció la posibilidad de participar en «Como canta una ciudad de noviembre a noviembre», dirigida por Lluís Pasqual. El próximo 14 de marzo, Echanove y el director y actor Jorge Eines subirán al escenario del Teatre Condal y, tras su paso por la ciudad, visitarán de nuevo Madrid y otras ciudades españolas, según anunció el productor Jesús Cimarro. «Alrededor de Borges» es un espectáculo íntimo, en el que los dos actores se enfrentan, a través de sus roles de actor y director, a los textos del escritor. Echanove consideró hoy que se trata de «un espectáculo de enorme belleza y que transmite sensaciones cercanas a un mundo ideal de belleza». Echanove, bajo la atenta mirada de Jorge Eines -quien aparece también en escena en su rol de director-, es unas veces protagonista del relato, otras recitador y otras narrador. Incluso, en algún relato, como en «Funes el memorioso», dice sentirse como el propio Borges, «un hombre al que le atenazaba la memoria».
Tanto Echanove como Eines demostraron públicamente su pasión por el espectáculo y por Borges. El montaje incluye textos de diferentes épocas y tipología, como «Funes el memorioso», «El muerto», «La intrusa», «La Lluvia», «Lo perdido», «El remordimiento» y «España». Echanoive se siente especialmente vinculado a «El muerto» y «El amenazado»: «Hay ciertos textos que te dicen que fue una decisión correcta ser actor», dijo.
El texto que crearon Echanove y Eines hace ahora más de ocho años nació «como un acto de leer en público, y luego le fuimos añadiendo más complejidad». Echanove y Eines, que se conocieron como alumno y maestro respectivamente, charlaban a menudo sobre el escritor argentino y, de ahí, poco a poco surgió la idea del montaje. Incluso, su primera aproximación a los textos, se realizó ensayando en el pasillo de la casa de Echanove. Esa ubicación se repite en el escenario, donde han mantenido la posición en diagonal, como si estuviesen a los extremos de un largo pasillo.
«Lo que intentamos es captar la atención con la magia del teatro», consideró Echanove, para quien «la labor del actor es como la del perro pastor, conseguir concentrar la atención para que el espectador sienta que están pasando las cosas en presente». En cierto modo, el montaje recupera la tradición oral del cuentista, esa persona «con un don especial» para contar cuentos.
«Tratamos de convertir a Borges en alguien cercano», añadió Eines, quien explicó que ese acercamiento se realiza, mayormente, a través «de las emociones y no a partir de la razón». «La forma de escribir de Borges es muy especial, hay que saber templarla, no apresurarla, dejar que las palabras lleguen con el ritmo que tienen», declaró Echanove, para quien si este punto se mantiene, «hay ahí una literatura que emociona».
