El escritor Francisco Nieva, de la mano del Centro Dramático Nacional, demuestra su faceta de autor, director y escenógrafo en ‘El manuscrito encontrado en Zaragoza’, adaptación de la obra de Jan Potocki. Se trata de una comedia «ambigua y tentadora, para el disfrute del público popular», según explicó él mismo en la presentación de la obra junto a «su amiga», la actriz Lina Morgan, propietaria del Teatro La Latina, que acogerá este montaje del 5 de julio al 29 de septiembre. «Con esta obra he pretendido hacer una zarzuela de magia», precisó Nieva, ya que ‘El manuscrito encontrado en Zaragoza’ es una obra del conde polaco, escritor e historiador Jan Potocki, quien representaba en su palacio privado –que todavía existe y del que Nieva guarda unas «preciadas» fotografías– pequeñas piezas teatrales con canciones y bailes intercalados, puestas en escena por la aristocracia del siglo XVIII.
Nieva, que con esta obra rinde un homenaje a su admirado Potocki, con quien comparte el gusto por «los viajes y una vida tumultuosa», suscribe en esta adaptación de su novela –que ha resumido en dos actos– un universo de fantasía para intentar trasladar a la escena «el clima misterioso y de ensueño perfecto» del libro.
En este sentido, ‘El manuscrito encontrado en Zaragoza’, que en su versión original se divide en una advertencia, 66 jornadas y un epílogo, cuenta las peripecias de Alfonso de Worden, un aventurero, en la Zaragoza conquistada por los franceses durante la guerra de la Independencia, que tiene que lidiar con el placeres y la culpa para intentar encontrar su libertad. Para ello, Nieva rodea al héroe en esta adaptación de personajes que le incitan y le envuelven en un mundo mágico.
«Esta obra es una invitación al desafuero y a la pérdida de conciencia en el acto sexual», señaló el dramaturgo, que presenta en este montaje desnudos masculinos y femeninos dentro de un clima estético, «que alegrará la vista a muchos», bromeó.
Así, el erotismo y la sensualidad se escenifican a través de dos princesas moras –interpretadas por dos actrices cubanas– que aúnan todo el sentido de la perversión y trasgresión eróticas. Junto a ellas, un elenco de actores encabezado por Juan Ribó (Don Alfonso de Worden), José Carlos Gómez, Juanma Navas, Walter Vidarte, Julia Trujillo, Beatriz Bergamín, Ángeles Martín, Juan Matute y Emilio Gavira.
Por otra parte, Nieva, que obtuvo con esta obra, en 1992, su segundo Premio Nacional de Teatro, reconstruye el sabor de una época, mediante aspectos plásticos y literarios, que recuerdan a las comedias de magia de los años 50, «pero con elementos modernos», precisó.
«Esta obra prerromántica anunciaba muchas cosas de la futura cultura europea», argumentó este manchego, que a sus 78 años, sigue pensando en trabajar. «Me gustaría morir en el teatro, y mientras tenga vida y salud, seguiré en los escenarios».
Un final trágico con el que también baja el telón de ‘El manuscrito encontrado en Zaragoza’. «Potocki se suicidó el 2 de diciembre de 1815 con una bala de plata pulida por él mismo después de haber recorrido medio mundo. Un final así, tan teatral no lo podía dejar escapar», concluyó.
