Recuperan con proyecciones el escenario del Teatro Romano de Mérida de hace 2.00
El trabajo del escenógrafo canadiense Sean Martin y de la compañía Arán Teatro, del español Eugenio Amaya, recuperará, gracias a la tecnología de proyecciones el aspecto del escenario del Teatro Romano de Mérida tal y como lo veían los eméritos en la época de Nerón, hace dos mil años, con motivo del estreno el próximo jueves, día 8, de la obra «Agripina», incluida en la XLVIII Edición del Festival de Teatro Clásico de Mérida. Según informó el Festival de Mérida en una nota de prensa remitida a Europa Press, la reproducción del escenario del Teatro Romano tiene lugar gracias a la utilización de proyecciones de gran potencia, con equipos del más alto rendimiento luminoso, y gran formato, como son las diapositivas de 180 por 180 milímetros.
De este modo, y tomando como referencia los murales que adornaban los teatros del Imperio similares al de Mérida, el equipo dirigido por Eugenio Amaya alcanza «una revisión realizada desde un prisma contemporáneo a través de unas proyecciones que acompañarán la evolución dramática de la obra».
Desde el Festival de Mérida anunciaron que las proyecciones dotan al espectáculo de una atmósfera que al principio tendrá un aire clásico, correspondiente a la época de Claudio y que, una vez Nerón acceda al poder, «las imágenes tornarán hacia formas más estilizadas y de textura expresionista».
Para la puesta en escena de «Agripina», su director Eugenio Amaya ha contado además con la asistencia técnica de Eric Teunis, cuya empresa (GPD) ya ha trabajado en la proyección de imágenes sobre fachadas históricas, como la de la catedral de Santiago de Compostela y los templos de Abu Simbel, en Egipto.
La colaboración entre Sean Martín y Aran Dramática parece que no se va a limitar en Agripina. Ambos planean repetir experiencia en un nuevo proyecto, titulado Tejas Verdes, una mirada al Chile anterior y posterior a la dictadura de Pinochet.
El trabajo conjunto entre Sean Martín y el equipo de Eugenio Amaya comenzó hace dos años, cuando el escenógrafo canadiense recibía a través de un correo electrónico una propuesta de colaboración con Agripina.
Desde Calgary (Canadá), a miles de kilómetros de distancia, Sean Martín reconstruyó el milenario Teatro Romano de Mérida para presentarlo ante el espectador tal y como lo veían los eméritos. «Y todo gracias a Internet. Así, a través de las nuevas tecnologías, los protagonistas de esta aventura pudieron intercambiar impresiones sobre los temas esenciales de la obra, explorar conceptos visuales, corregirlos, modificarlos y refinarlos», apunta la organización del festival.
Sean Martín habla del reto artístico que ha significado colaborar con el equipo extremeño. «Un par de viajes en el 2000 y el 2002 me han permitido confrontar teoría y práctica ante el grandioso monumento. Ahí está el gran hallazgo: establecer un nexo entre la tecnología de la sociedad de la información y el legado arquitectónico que pretendemos honrar invocando al futuro», explicó.