El Chivato

Carles Santos inaugura la nueva temporada del Teatre Nacional de Catalunya

El próximo 26 de septiembre el espectáculo de Carles Santos ‘Sama Samaruck Suck Suck’ inaugurará la Temporada 2002/03 del Teatre Nacional de Catalunya, temporada que el director Domènec Reixach explica que apunta en la dirección sobre de qué manera las relaciones amorosas se expresan, se transforman, se diversifican y emocionan sobre el escenario. El director del Teatre Nacional de Catalunya Domènec Reixach aprovecha una anécdota protagonizada por Franz Kafka para describir la programación de la Temporada 2002/03 del TNC, en la que en un viaje a la ciudad de Reichenberg, Franz Kafka decidió ir al teatro, «sólo para distraerme un rato» –pensó. Verdaderamente sorprendido –no se lo esperaba–, constató esta misteriosa capacidad de emocionar que conservan los sentimientos amorosos cuando son representados encima de un escenario. «Las lágrimas me subieron a los ojos unas cuantas veces», reconocía Kafka en su dietario, «sobretodo hacia el final del primer acto, cuando los ojos de Hero y Leandro no se sabían separar.» De esta manera, el autor descubría uno de los resortes más elementales del teatro de todos los tiempos y de todas las tendencias.
«Nuestra programación de este año en la Sala Gran» –explica Reixach– «se adentra un poco en esta Dirección: de qué manera las relaciones amorosas se expresan, se transforman, se diversifican y emocionan sobre el escenario«. En Dissabte, diumenge i dilluns, de Eduardo De Filippo, tras una presentación festiva y coral, descubrimos una pareja que intenta comprobar la autenticidad o no de su amor. En El Cafè de la Marina, de Josep M. de Sagarra, Caterina idealiza el amor y aspira a vivirlo en plena libertad. En L’escola de les dones, de Molière, encontramos a Arnolf, que intenta preservar –inútilmente– la pureza de una cierta idea de amor, pero también Agnès y Horaci, que han sido seducidos por una atracción espontánea y natural. No muy lejos de todo esto, con Der Fensterputzer (L’home que neteja vidres), Pina Bausch se interesa por las incertezas cotidianas de las vidas anónimas, por los pequeños afectos y los grandes ideales de la gente de la calle en un contexto cultural diferente. En último término, Carles Santos, con Sama Samaruck Suck Suck, va más allá de lo que le conocemos y crea «el sueño de un espectáculo».
En la Sala Petita y a instancias del TNC, Michel Vinaver, uno de los dramaturgos más reconocidos del teatro francés contemporáneo, hará una adaptación personal de Les troianes de Eurípides. Esta nueva versión irá acompañada del estreno mundial de 11 setembre 2001, la última obra del autor, escrita bajo el impacto inmediato de la tragedia de las Torres Gemelas de Manhattan.
Al lado de Vinaver, encontramos a Kafka. Pero no un Kafka particular, sino su obra vista desde la perspectiva de Georges Lavaudant y convertida en un teatro embrujado de voz y de siluetas con la colaboración del dramaturgo Jean-Christophe Bailly. Finalmente, aparte de la reposición de La caiguda de Camus –espectáculo que obtuvo un gran éxito la temporada pasada–, el TNC ofrecerá otro mito, Narcís, de Jordi Bertran, un teatro de marionetas pensado para un público familiar.
Y en la Sala Tallers los proyectos T6 y Tdansa, unos programas de dramaturgia y coreografía contemporáneas destinados a potenciar nuestros creadores más actuales y a escuchar las nuevas voces del teatro extranjero.


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