El Orfeón Donostiarra participará el próximo día 21 de septiembre en la Trienal del Ruhr, un festival interdisciplinar que nace en Alemania de la mano del innovador Gérard Mortier, director comprometido con la cultura que estuvo al frente del festival de Salzburgo durante una década. El coro, junto a la Filarmónica de Duisburg y la dirección de John Axelrod, interpretará la Sinfonía nº 5 coral Requiem, Bardo, Nirmanakaya, de Philip Glass. Esta obra la estrenó a nivel mundial el coro en Salzburgo en 1999, donde además cantó y escenificó La condenación de Fausto, de Hector Berlioz, en una arriesgada versión de la Fura dels Baus. Gracias a estas dos experiencias, Mortier comprobó la versatilidad del coro para enfrentarse a proyectos innovadores y ha vuelto a llamarlo para esta otra aventura que dio comienzo el 31 de agosto y finalizará en la primavera de 2004.
Para el Orfeón, la participación en este festival significa reforzar su presencia en los circuitos musicales internacionales.
Un total de cuarenta producciones de ópera, danza, teatro, artes plásticas y música constituyen el programa, cuyo hilo conductor está relacionado con «los sueños del ser humano». La edición de este año se inauguró con una instalación permanente de traviesas de ferrocarril del escultor Agustín Ibarrola, que la ha llevado a cabo en la cima de una montaña de residuos de carbón procedentes del Ruhr, un valle minero alemán lleno de naves industriales fuera de uso.
En esta apuesta heterogénea, Mortier ha contado con otros artistas españoles: María Bayo será la protagonista de la versión de Don Giovanni, de Mozart, que bajo la dirección de Klaus Michael Grüber se estrenará este otoño. En esta puesta en escena el diseñador Eduardo Arroyo será el responsable de los decorados. Por último, la Fura dels Baus ofrecerá su particular visión de La flauta mágica de Mozart.
