El director Pep Anton Gómez recrea en el Teatre Lliure la Barcelona de la segunda mitad del XIX a partir de textos narrativos y dramáticos del escritor costumbrista Emili Vilanova (1840-1905). ‘El Pati’, con dramaturgia de Gómez y Guillem-Jordi Graells, refleja el día a día de las calles de Barcelona, que desaparecieron en su mayor parte tras la construcción de la Via Laietana. Este montaje se estrenará este jueves y estará en cartel hasta el próximo 5 de enero.
La obra cuenta, en una escenificación coral, las vivencias de los habitantes de la calle Basea, de la que hoy sólo queda una pequeña parte. «Vilanova vivió toda su vida en aquella calle y se dedicaba a observar las costumbres de su barrio», explicó hoy Gómez. El alcalde de barrio, el fideero conservador con aspiraciones políticas, la señora cotilla, el policía o las niñas traviesas son algunos de los personajes.
‘El Pati’ se basa en cuatro sainetes de Vilanova, la mitad de los que escribió, como son ‘Les bodes d’En Ciril·lo’ y ‘Qui… compra maduixes!’, que forman la primera parte de la obra, y ‘El pati d’En Llimona’ y ‘A casa l’arcalde’, en los que se basa la segunda, además de escenas de otros textos. Sin embargo, el director de la obra no quería realizar un espectáculo de sainete, sino que la obra se basara en el perfil de los personajes, que usan un catalán «lleno de barbarismos y de expresiones perdidas».
Según Gómez, la obra «no consiste tanto en explicar una historia» –‘El Pati’, al estar formado por varios textos, no tiene un hilo argumental–, «sino en la vida de un barrio», y en este sentido es «un fresco de personajes», que pueden hacer desde monólogos hasta llegar a salir los 18 personajes en el escenario al mismo tiempo. «Son tipos reales», explicó el realizador, como los personajes de Vilanova.
Acerca del lenguaje, Gómez indicó que con el catalán de la época –al que es fiel la dramaturgia– «de la boca de los personajes salen imágenes», algo que él pensaba que sólo ocurría con el castellano andaluz. Se trata de «un catalán que no es estrictamente el de Pompeu Fabra, por lo que recuperamos un mundo perdido, un tipo de lenguaje, en un montaje absolutamente poético cuando pasamos a un momento de sainete o vodevil», dijo.
El actor Pep Ferrer, que interpreta al fideero, dijo de su personaje que es un hombre «con unas ansias de poder enormes, con ganas de echar al ‘arcalde’ (‘alcalde’ en el catalán popular de la época, aunque todavía se usa en algunas comarcas) para que las cosas vayan bien de una puñetera vez». Por su parte, el ‘arcalde’, interpretado por Ricard Borràs, es «un liberal de la época que aspira a alcalde de la ciudad o más».
Rosa Gámiz, que interpreta a la esposa del ‘arcalde’, señaló que «estos personajes hoy no los encontramos directamente, pero estas formas y esta alegría de vivir todavía están en el fondo» de la ciudad. Gámiz está acompañada en el reparto por Jaume Bernet, Rosa Boladeres, Imma Colomer, Xavier Capdet, Enric Serra, Lluís X. Villanueva y Xus Estruch, entre otros.
Graells, quien señaló que la idea del proyecto salió de Josep Montanyès (director del Lliure, fallecido hace dos semanas), afirmó que con esta obra se trata de «recrear un mundo a través de estos rompecabezas», los sainetes, con los que se muestra «una Barcelona muy diferente, pero de la que todavía quedan muchas cosas».
