La Xunta de Galicia ha retirado su apoyo a la celebración de los Premios Max 2003, según ha dado a conocer esta tarde la agencia Europapress, con lo que se prevé que la gala no se celebre definitivamente en Santiago de Compostela, como estaba previto en un principio. La Xunta ha aducido que la evolución de los acontecimientos derivados de la catástrofe del ‘Prestige’ hace «prioritarias» otras acciones. El debate ya se ha trasladado al plano político con respuestas por parte del PSOE tachando la decisión de «vengativa» contra el mundo de la cultura por gritar «Nunca Máis» y «No a la guerra». Fuentes de la Consellería de Cultura explicaron hoy a Europa Press que las razones de retirar su apoyo a la celebración el próximo 5 de mayo de esta gala en Santiago tienen que ver con que, aunque en noviembre se consideraba «interesante» celebrar este acto en Galicia como «promoción de la comunidad y del Xacobeo 2004», ahora se quiere «priorizar otras acciones». Ahora se baraja lña posibilidad de trasladar el acto a Madrid.
Así, estas fuentes argumentan que la evolución de la catástrofe del ‘Prestige’ hace que la Xunta entienda que es preciso «priorizar otras acciones», como puede ser la limpieza del litoral de cara a la campaña turística del verano, y otro tipo de promociones.
Por esta razón, finalmente los algo más de 300.000 euros que estaban previsto invertir en la gala serán destinados por la Consellería de Cultura a otras acciones de promoción.
Minutos más tarde de que se diera a conocer la noticia, que empaña la emitida esta mañana con la publicación de los nominados a la misma gala, la misma agencia de noticias se hacía eco de las reflexiones que el hecho ha provocado, como las de la secretaria de Educación, Universidades, Cultura e Investigación del PSOE, Carme Chacón, que pidió hoy al Gobierno y a la Xunta de Galicia «que no tenga una actitud vengativa con la gente de la cultura por gritar ‘Nunca mais’ y ‘No a la guerra'».
En declaraciones a Europa Press, añadió que «esta decisión de la Xunta de Galicia, que más parece una decisión de aquellas de antaño en que la censura cerraba periódicos, revela el creciente nerviosismo del Partido Popular y del Gobierno Central, que está cada día más alejado de la sociedad civil y que no consiguió tapar la boca a la gente del cine en la gala de los Goya y que ahora pretende hacerlo con la del teatro».
«Les recuerdo a todos ellos que el mundo de la cultura sólo está expresando un sentir generalizado de la sociedad española contra la guerra y que actos culturales en Galicia son hoy, para la promoción de la propia Galicia, más necesarios que nunca y no todo lo contrario», concluyó.
