La Unión de Actores denunciará «por todos los medios posibles» la persecución a los artistas que se han manifestado en contra de la guerra de Irak. Así lo anunció hoy a Europa Press el secretario general de esta organización, Jorge Bosso, tras conocer que el actor Juan Luis Galiardo no ha podido estrenar en Las Palmas de Gran Canaria el espectáculo ‘Diez’, con el que está de gira, por pertenecer a una «lista negra de gente que puede complicar la vida», según asegura Galiardo que le indicó la concejal de Cultura popular del citado Consistorio. Bosso, que declaró no conocer el contenido de esa lista, añadió sin embargo, que lo que está pasado «son las consecuencias desgraciadas de una política indigna, que va en contra de la libertad de expresión y castiga a quienes estamos intentando decir lo que pensamos».
El secretario general de la Unión de Actores se solidarizó con el actor Galiardo y señaló que lo que le ha ocurrido es la primera manifestación evidente de lo que está sucediendo. Asimismo recordó que Galiardo «significó mucho en las primeras manifestaciones en contra de la guerra y ahora eso le rebota en el trabajo».
A este respecto, Jorge Bosso, que mantiene una estrecha relación con otros sindicatos y asociaciones de actores en Estados Unidos, señaló que numerosos artistas en este país están sufriendo «fuertes presiones».
«Evidentemente vivimos en un mundo condicionado por la dependencia de trabajo y más de una vez sé que a quienes leyeron manifiestos se les pedía que se desvincularan del espectáculo, pero en el caso de Juan Luis Galiardo hasta ahora a nadie se le había exigido tan evidentemente algo así en España», dijo Bosso quien añadió que también en España «el McCartismo tiene efectos perniciosos».
Respecto al guión de la gala de celebración de los Premios de la Unión de Actores, que se desarrollará esta noche en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid, el secretario general declaró no haber recibido ninguna llamada oficial para conopcer el contenido del mismo. «Nosotros hemos sido los que decidimos cambiar el guión original para no hacerlo demasiado festivo cuando pensábamos que debía ser una celebración acorde con el momento y lugar, pero sin modificar la ironía y el humor», señaló.
«La gala por sí misma tendrá toda la libertad de expresión para quienes quieran y servirá de marco para las estrellas de la noche, los premiados, que podrán decir lo que deseen. Desde luego intentaremos hacer la reivindicación lo más sobriamente posible pero también lo más líbremente posible», concluyó.
