La compañía Txalo estrena ‘Cabaret Latino’ en Barañain
La compañía vasca ‘Txalo’ estrenará los días 12 y 13 de septiembre en el Auditorio de Barañain la obra ‘Cabaret Latino’, que presenta un recorrido histórico, geográfico, cultural y vital de dos personajes que luchan contra su mala suerte y un destino que les da la espalda. Los actores Paco Sagarzazu e Itziar Lazkanojunto a los bailarines Inés Uriarte e Iñigo Fidalgo son los protagonistas de un recorrido histórico, geográfico, cultural y vital que presenta la compañía Txalo con el título de ‘Cabaret Latino y que se estrenará los días 12 y 13 de septiembre en el Auditorio de Barañain y que se exhibirá el día 19 en el Lizeo Antzokia de Gernika. Esta nueva producción que dirige Felipe Loza, que es además autor del texto, gira en torno a «una lucha continua contra la mala suerte y el destino, así como una historia de amor no convencional y de sexo que se desarrolla a lo largo de 20 años», según reconoce el propio Loza.
Los dos protagonistas de la representación, Marlén y Maurice, responden a la personalidad de una cantante treintañera de cabaret y un travesti cincuentón de los cabarets del Paralelo barcelonés. A través de los dos actores Loza pretende buscar «un estilo popular y el más representativo de ellos es el cabaret».
A partir de esos objetivo arranca una obra que se sitúa en 1939 en una Barcelona sitiada por las fuerzas nacionales y con una Marlén, mujer borracha, de mala vida y con tendencias autodestructivas, que juguetea con la idea del suicidio. Pero una noche Maurice, un maricón de revista que se gana la vida haciendo números picantes de ventriloquía, se cruza en su vida porque necesita un compañero artístico. Con Marlén travestida de galán latino y Maurice convertido en señora alocada que viste con el descoque glamuroso de la Belle Epoque, se consolida una peculiar pareja de amigos que han huido del sexo contrario.
La entrada de los nacionales obliga a la pareja a trasladarse a París, donde cosecharán un gran triunfo con su espectáculo de varietés y empiezan a mostrar el comportamiento propio de una pareja sentimental, contra lo que han luchado desde el principio, aunque con los papeles cambiados. La llegada de los nazis a la capital francesa llevará a Marlén y Maurice a los campos de concentración donde ella sobrevive divirtiendo a los oficiales y él mantiene la esperanza de partir a La Habana, donde trabajó de joven, aunque su salud se va resintiendo por su adicción al tabaco.
La utopía cubana, sin embargo, les sitúa de nuevo en el Paralelo barcelonés, donde consiguen trabajo en el Teatro Chino de Manolita Chen y mientras Marlén vuelve a liarse en complicadas historias con hombres que la maltratan, Maurice terminará en la cárcel. Ahora será ella quien animará a su pareja artística a emprender el ansiado viaje.
La obra también incide en otro tema clásico, el del destino, aunque lo hace desde el punto de vista del devenir que generan los roles sexuales que se atribuyen a las personas desde el mismo momento en el que nacemos. «A nosotros nos interesan sobre todo los personajes que en el mundo del cabaret luchan contra ese destino y que no aceptan los roles sexuales que se les imponen; es decir, que estamos hablando de los travestis, tanto masculinos como femeninos. Y nos interesan esos personajes por lo que tienen de disidentes y de rebeldes y por los conflictos que les surgen por ser distintos», asegura Loza.
En el recorrido de esta buena pareja psicológica que es incapaz de unirse emocionalmente, se incluyen diferentes bailes que ejecutan sobre el escenario Inés Uriarte e Iñigo Fidalgo, que cuentan con una gran experiencia en bailes latinos. Loza destaca que con su presencia «evocamos personajes que pertenecen y que son parte del espectáculo musical que tiene el cabaret», señala el director del espectáculo aunque la bailarina termina siendo una especie de ‘alter ego’ del personaje femenino, que traduce en imágenes de danza el mundo psicológico y sus conflictos. El bailarín, por su parte, «es la referencia de los hombres que pertenecen a la vida del personaje femenino», añade Loza.
Cabaret Latino es una obra que en opinión de Loza «pretende dignificar el arte popular a través de un género que brilló en Alemania y que tiene un gran interés, tanto a nivel social como intelectual». Con la pretensión de acercarse al plano intelectual del cabaret que hacía Bertold Brecht, el espectáculo lleva implícito «un compromiso político que se plasma en una serie de acontecimientos que dan visos de realidad a la historia».