La Fenice de Venecia resurge de sus cenizas
De nuevo el telón de La Fenice de Venecia se alzará mañana, casi ocho años después del devastador incendio que destrozó uno de los teatros líricos más importantes del mundo, y cuya reconstrucción ha sido vivida como una larga espera en la ciudad de los canales. Bajo la batuta de Ricardo Mutti se ofrecerá «La consagración de la casa» de Ludwing Van Beethoven. Haciendo honor a su nombre, el coliseo operístico veneciano resurge de sus cenizas y vuelve a brillar como lo hizo durante decenios, desde que abriera por primera vez sus puertas en 1772.
«Dov’era e Com’era» (donde estaba y como estaba) es la tarjeta de presentación de un proyecto que ha respetado hasta el último detalle, sin renunciar a incorporar los elementos escénicos más modernos, del deslumbrante teatro destrozado por un fuego provocado.
Por el siniestro fueron condenados en 2001 a 7 y 6 años de cárcel dos primos electricistas, acusados de actuar para ocultar un retraso del plazo previsto de finalización de unos trabajos y evitar así pagar la correspondiente penalización.
A partir del fatídico 29 de enero de 1996 se abrió un largo periodo de litigios entre las sociedades que concurrieron a la adjudicación de una obra de restauración que ha costado unos 90 millones de euros.
La de mañana es la segunda resurrección de La Fenice, que ya fue pasto de las llamas en 1836, y como tal llegará acompañada de un boato de gloria musical, antes de que la lírica lo visite de nuevo en noviembre de 2004 con «La Traviata» de Verdi.
El bautismo llevará la firma del más internacional de los directores de orquesta italianos, Ricardo Mutti, responsable artístico de La Scala de Milán, que dirigirá una pieza tan apropiada como «La consagración de la casa» de Ludwing Van Beethoven.
Partituras de otros músicos tocados por la magia de la patria de Marco Polo, como Richard Wagner (que vivió y murió en Venecia), Igor Stravinski (que está enterrado en la ciudad) o el veneciano Antonio Caldara, integrarán el programa de apertura.
De Wagner sonarán «Tres marchas sinfónicas», de Stravinski «Sinfonía de los Salmos» y de Caldara (nacido en 1670) su «Te Deum».
En un lugar destacado de los 1.099 asientos del nuevo teatro se sentará el presidente de la República italiana, Carlo Azeglio Ciampi, el presidente de la Comisión europea, Romano Prodi, si sus compromisos de la cumbre de Bruselas se lo permiten, y siete ministros del Gobierno.
También se espera la asistencia del director de cine Martin Scorsese y del actor Al Pacino, ambos de origen italiano, invitados por el alcalde de Venecia, Paolo Costa.
Tan solemne inauguración la presenciarán medio centenar de residentes venecianos elegidos por sorteo, junto a los fieles abonados de La Fenice y 200 personas que han comprado su billete en una subasta en Internet al precio de salida de 2.500 euros.
La ciudad de los canales se vestirá de gala para la ocasión con una iluminación especial de la fachada del propio teatro y de sus monumentos más significativos: la basílica de San Marcos, su famoso campanario y el puente de Rialto.
El concierto del domingo 14 de diciembre no es sino el inicio de una semana de celebraciones por todo lo alto para recibir al nuevo teatro lírico veneciano.
El martes 15 tocará la Filarmónica de Londres, el 17 la orquesta y el coro de la Academia romana de Santa Cecilia, al día siguiente la orquesta y coro de la propia Fenice, el 19 Elton John, el 20 la Filarmónica de Viena y el 21 la de San Petersburgo.
Con el coso lírico veneciano debidamente bendecido por este maratón musical, el 1 de enero Lorin Mazel dirigirá el concierto de Año Nuevo, con el que Venecia quiere competir nada menos que con Viena.
A Mazel le corresponderá el honor de dirigir la primera ópera que acogerá la nueva Fenice, «La Traviata» del gran Giuseppe Verdi, que ya se estrenara en este mismo lugar hace 150 años.