El ‘Proyecto Sergi Belbel’ propuesta del teatro australiano
La obra ‘Caricias’, del dramaturgo Sergi Belbel, se ha estrenado por vez primera en Australia. La puesta en escena, en el teatro Theatreworks, de Melbourne, ha sido llevada a cabo por la compañía independiente Vicious Fish Theatre dentro del bautizado como ‘The Belbel Project’. Caricias’ (1991) (‘Caresses’) será la primera entrega del bautizado como ‘The Belbel Project’, por el que cuatro obras del autor, originariamente escritas en catalán y traducidas al inglés, aparecerán en la cartelera de Melbourne hasta 2006. La seguirán ‘Tálem’ (1989) (‘Fourplay’); ‘Después de la Lluvia’ (1993) (‘After the Rain’) y ‘La Sangre’ (1998) (‘Blood’).
El estreno de ‘Caricias’ ha sido presentado por el cónsul de España en Melbourne, Federico Palomera Güez, quien ha considerado el trabajo de Vicious Fish Theatre «muy interesante desde el punto de vista australiano y muy alentador para esta sociedad multicultural que se dé a conocer la obra de un dramaturgo catalán y uno de los dramaturgos españoles más conocidos».
Belbel, nacido en Tarrassa (Barcelona) en 1963, ha sido galardonado con innumerables premios por sus 20 textos teatrales, entre los que destacan Marqués de Bradomín 1986; Ojo Crítico de Radio Nacional de España 1992; Serra d’Or 1994; Nacional de Literatura Dramática del Ministerio de Cultura Español 1996; y Moliére 1999.
‘Caricias’, traducida al inglés por el británico John London y llevada a la gran pantalla en catalán por el director Ventura Pons, «trata temas universales, y por ello no ha sido nada difícil adaptarla para el público australiano», ha asegurado Penélope Bartlau, productora de Vicius Fish Theatre.
La representación de la obra en el célebre teatro del barrio de Saint Kilda, encaja a la perfección en el paisaje urbano australiano, según Bartlau, gracias no sólo al excelente trabajo del traductor sino también la actitud abierta del director, Scott Gooding. Las historias paralelas de los 11 personajes que aparecen en la obra y los diálogos que exponen sus relaciones, discurren en la producción de Vicious Fish en una tienda de muebles de segunda mano.
«Fue así porque no soy fan de apagar luces, cambiar escenario, encender luces, y tal, lo que me interesó fue difuminar las líneas», ha explicado Gooding. «La mayoría de las escenas», ha añadido, «suceden dentro de distintas casas y en la tienda de segunda mano teníamos todo lo necesario, así los actores pueden ir de un espacio a otro sin cambiar de escenario».
Posiblemente la mayor dificultad que encontró el director ha sido en el lenguaje sin tapujos de Belbel, cuyo contenido en ocasiones confronta abiertamente la sensibilidad más recatada del público australiano. «Somos más reservados y tuve que conseguir que los actores encontraran el fuego en su actuación», ha admitido Gooding.
El dicertor ha comentado también que había encontrado a Belbel por casualidad: «un día hojeando guiones en una librería me encontré ‘Después de la lluvia’. Sabía que ahí escondida había una metáfora y no podía verla, me lo tuve que leer de nuevo y creo que la he encontrado, aunque no sé si es la correcta».
La precisión del lenguaje de Belbel, la puntuación, lo bonito de poder actuar siguiendo esta puntuación, el hecho de que no se mencionen ciudades ni nombres de personajes (como pasa en ‘Caricias’), que pueda pasar en cualquier ciudad, en cualquier país, en cualquier idioma, son los elementos que más han cautivado el interés del director australiano.