La Sala de Exposiciones de la caja de ahorros BBK, sita en la Gran Vía bilbaína, acoge hasta el próximo 3 de octubre un centenar de obras del polifacético artista Jean Cocteau, entre ellos, trabajos de orfebrería, dibujo, cerámica, ilustraciones de revistas, caricaturas, fotografías, trajes de teatro, e incluso pinturas al óleo o pastel. Nacido el 5 de julio de 1889 en Maison-Laffite (Francia), Jean Cocteau es un intelectual y artista que goza de un aura que rebasa holgadamente los límites de su país. Muchos son los que conocen su obra, o al menos parte de sus escritos, su filmografía, teatro o pintura.
Sintió curiosidad por conocerlo todo, por dominar todas las formas del arte. Se guardó mucho de pertenecer a un movimiento artístico, creando su propio universo ocupó un puesto en el centro de la vida cultural internacional. Sus creaciones son otras tantas «proyecciones» que ilustran una época.
Esta figura de carácter ecléctico irritaba a menudo, y con sus éxitos mundanos se ganó numerosas hostilidades. Sus más feroces detractores fueron los surrealistas, quienes impulsados por André Breton, le reprochaban el confundir frivolidad y libertad. El primer encuentro de Cocteau con el Estado español, donde mantuvo una estrecha amistad con numerosos intelectuales, se sitúa en julio de 1953, a la que volverá regularmente hasta 1961. De Cocteau es conocido que su escritura fluía muy deprisa, brotando a chorros en la mayoría de los casos, y en un clima de tensión extrema.
Entre sus novelas cabe destacar: «Le Potomak» 1919, «Thomas l’Imposteur» 1923, «Les enfants terribles» 1929.
Poeta y crítico a un tiempo, su vida es fiel refeljo de una dolorosa intensidad, una dificultad identica a aquella que permanecerá por siempre jamás en el centro de su obra: «Plain-Chant» 1923, «Réquiem» 1962. Fue un cienasta admirado que conquistó a los directores de la Nouvelle Vague.
Referente al teatro se pueden destacar las obras: «La machine infernale» 1934, y «Les parents terribles» 1938.
En el Estado español nos son pocos quienes conocen sus trabajos como pintor y sus investigaciones plásticas. Por ello, el objeto de esta exposisión es el de dar a conocer las innumerables facetas de uno de los artistas plásticos mejor dotados de su generación. Cocteau realizó una abundante producción, ya que a la vez de pintor de temas mitológicos, de escenas de género, retratista, paisajista, muralista, decorador, y diseñador de vestuario teatral, es ceramista, orfebre, litógrafo, ilustrador, cartelista…
Ante todo fue dibujante y a menudo caricaturista, miles de dibujos que jalonan su vida dan fe de ello. Cuando por primera vez hundió su manos en el barro (1956), quedó prendado por la alfarería, campo donde realizó numerosas obras.
El 11 de octubre de 1963 Jean Cocteau, afectado por la muerte de su amiga la cantante Edith Piaf, falleció en Milly-la-Forêt.
