El Teatre Condal de Barcelona abrirá la temporada 2004-2005 el 7 de septiembre con ‘Ja en tinc 30!’, una obra del debutante Jordi Silva que fue la ganadora, el pasado abril, del segundo premio de autoría teatral para jóvenes de la Fundació Romea, en un montaje dirgido por Ángel Llàcer. El protagonista es Andreu, un joven con complejo de Peter Pan, al que sus padres han pagado un céntrico apartamento, que el día que cumple 30 años recuerda algunos de los difíciles y angustiosos hechos que ha vivido las dos últimas semanas, entre ellos la ruptura con su novia y los conflictos con su madre, a la que continua vinculado y que se obsesiona en organizarle la vida.
Siguiendo una estructura marcada por los flashbacks (narración de hechos del pasado a partir de los recuerdos de un personaje) y un estilo bastante ágil y bien dialogado, Silva retrata con ironía y un humor amargo las relaciones de pareja y familiares y la pérdida de ingenuidad y reflexiona sobre la infidelidad, la confianza, la inmadurez y el desamor.
El dramaturgo, que nació en Barcelona en 1973, reconoce que Ja en tinc 30! es una obra «generacional», en la que el personaje protagonista se puede considerar su alter ego. «Piensa lo mismo que yo, aunque lo que le ocurre a mí no me ha pasado». Sin embargo, el autor también incorpora, especialmente en el resto de papeles, acontecimientos que ha vivido y observado, «como la lista que una exnovia hizo con mis defectos para olvidarse de mí», apunta Silva, que tiene pendiente de estrenar La teoria del dubte y trabaja desde hace tiempo en otras dos comedias y un libro de cuentos.
Llàcer, que se pone al frente de un espectáculo teatral por segunda vez, se refiere al texto como «una comedia de situaciones», en la que Silva lleva a los personajes al extremo. «Salvo Andreu, los demás roles parecen salidos de un cómic», opina el director, que propone una puesta en escena marcada por músicas y efectos sonoros del imaginario de los treintañeros, como Supermán y las series Orzowei y Comando G. Unas alusiones que también están presentes en los decorados. «Como no quiere crecer, Andreu llena su casa de iconos de su niñez, entre ellos un R2-D2 y el cohete que Tintín empleaba para llegar a la Luna, ambos de tamaño natural», explica Llàcer.
Focus, la empresa que gestiona el Condal «confía hacer una larga temporada con este espectáculo», dice el presidente Daniel Martínez, de ahí que Ja en tinc 30! no tenga fecha de salida de la cartelera, informa Jordi Subirana en El Periódico.
