Albert Vidal vuelve a los escenarios catalanes con ‘El Príncipe’
El actor Albert Vidal condensa todo su «bagaje teatral» en la obra «El Príncipe», una aproximación a su «poética telúrica» desarrollada durante los últimos años, que estrenará el próximo día 23 en la Sala Pequeña del TNC y que supone su vuelta a los escenarios de Cataluña después de haber pasado quince años en India, Birmania y Mongolia. Establecido en Ulan-Bator (Mongolia) desde 1999, el actor combina en la obra cantos, danzas y discursos para explicar la evolución del mito del advenimiento del gran líder, el guía esperado, el timón espiritual de la humanidad, el maestro de los maestros: el príncipe Kugu, presidente del Movimiento Telúrico Internacional. Ese mismo príncipe Kugu que hoy ha llegado a la escalinata del TNC montado en un burro, saludando con la gesticulación de las figuras hindúes y acompañado por música renacentista interpretada por una viola de rueda y un tambor.
Con su ironía habitual, Vidal ha declamado: «Cataluña, tierra de príncipes» y ha añadido: «Y ahora bajaré del burro para entrar en el templo».
Con este montaje de arte telúrico, un género inventado por el propio actor, Albert Vidal apuesta por «el retorno a lo sagrado» y reivindica «la inocencia como estado primigenio de la naturaleza humana».
Polifacético, polémico y provocador, Albert Vidal ha creado una línea interpretativa heredada de Jacques Lecoq, Dario Fo y Kazuo Ohono y enriquecida con técnicas y tradiciones muy diversas, que van desde la cultura europea a las artes asiáticas.
El propio Vidal ha trabajado en todo tipo de formatos: teatro visual, «performances» artísticas, televisión, fotografía, cortometrajes y conciertos.
En la presentación del espectáculo, Albert Vidal ha explicado que «en ‘El Príncipe’ se encontrarán algunos guiños a performances anteriores que se hicieron en los años ochenta» y ha asegurado que «en esta obra vuelco todo mi oficio, descargo todo el camión». En esos guiños, el público podrá identificar algunos momentos de sus espectáculos más conocidos, como «El Bufón», «El aperitivo», «El hombre urbano» o «Alma de serpiente», que ha paseado por los festivales más importantes de Europa, Centroamérica, EE UU, Canadá y Japón.
Acompañado por dos músicos, el Príncipe Kugu hablará a los espectadores con humor e ironía de «la inocencia, el dinero y la economía, la sexualidad, el arte, la publicidad, la niños y los ancianos, en definitiva, de nosotros y nuestra sociedad».
En la hora y media que dura la obra, Vidal transforma el teatro a la italiana en una sala donde se congregan los seguidores del Movimiento Telúrico Internacional para escuchar a Kugu, su gran guía.
El Príncipe va desgranando en sus discursos temas como el cine, la condición de la mujer, las residencias de la tercera edad, las religiones, la publicidad o el consumo.
Después de haber sido uno de los grandes maestros de la «performance» y precursor en 1988 con «El hombre urbano» de los «reality shows», hoy tan populares en la televisión, Vidal ha aceptado volver al teatro tradicional, al teatro a la italiana, «porque la auténtica performance es reivindicar el valor de la palabra, y utilizar la palabra para desnudar la sociedad».