Una obra de Ignacio Amestoy inaugura Pequeño Teatro Gran Vía de Madrid
El teatro madrileño Gran Vía inaugura hoy un nuevo espacio teatral, llamado El Pequeño Teatro Gran Vía, destinado en exclusiva a obras de autores españoles vivos, con el estreno de la comedia ‘Rondó para dos mujeres y dos hombres’, de Ignacio Amestoy. El Pequeño Teatro Gran Vía, con un aforo de 306 localidades y que funcionará paralelamente con su ‘hermano mayor’ -el Teatro Gran Vía donde en la actualidad ‘La Cubana’ representa ‘Mamá quiero ser famoso’-, será a partir de hoy la única sala de la arteria madrileña no dedicada a musicales y de las pocas en todo Madrid que centra su actividad en obras de autores españoles contemporáneos, según los empresarios Enrique Salaberría y Pablo Larguía.
«Hay seis generaciones de autores españoles que no suben a escena si no es en salas alternativas, en un régimen de casi autoexplotación», denunció ayer Ignacio Amestoy en la presentación de su obra ‘Rondó para dos mujeres y dos hombres’, quien aprovechó para reclamar un mayor apoyo de las administraciones públicas.
El Premio Nacional de Teatro definió su nueva obra como una reflexión en clave de humor sobre la mujer del siglo XXI, «que ha conseguido igualdad legal, pero sigue luchando por la igualdad real», y cómo estos cambios influyen en un hombre que, «mucha veces, no sabe reaccionar y se siente celoso». Dirigida por Paco Vidal, ‘Rondó para dos mujeres y dos hombres’ parte de un cuarteto de cuerda en el que el segundo violín debe ser sustituido.
La representante del grupo, interpretada por Chusa Barbero, le ofrece el puesto a Sara -Rosa Mariscal-, quien años atrás había abandonado una prometedora carrera como violinista para casarse con un financiero -Diego Martín-. Con el argentino Roberto Ibáñez en el papel de primer y celoso violín, la obra aborda las pequeñas rivalidades y conquistas que mujeres y hombres deben sobrellevar en el plano sentimental y profesional.
«Muchas veces no estamos muy ubicados a la hora de relacionarnos con la nueva mujer», explicó el actor Diego Martín, conocido en la actualidad por su papel en la serie televisiva ‘Aquí no hay quien viva’, quien afirmó que «hay momentos en los que el hombre no sabe cómo utilizar sus armas».
Por su parte, Chusa Barbera, nominada a los Goya como mejor actriz de reparto en 2001 por el filme ‘Besos para todos’, definió a su personaje Sofía como «una mujer que no se corta en reclamar lo que es justo» y que aporta a la obra «el sentido pragmático del que carece Sara, la artista enamorada».