La X Muestra de las Autonomías refleja el interés del teatro por la actualidad con la puesta en escena de «El olor del café» (en el Teatro Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Arters el 27 y 28 de septiembre), un texto escrito por dos mujeres occidentales, Elena García Quevedo y Silvia Oviaño, sobre la violencia en Oriente Medio, desde un punto de vista femenino. El montaje, escabezado por Maite Brick, se estrenó en el pasado Festival Madrid Sur, con una calurosa acogida. «El olor del café» es teatro urgente, necesario, que nace con el ansia de habitar rápidamente los escenarios, porque dice cosas que tienen que ser escuchadas ya, explican las autoras, que escribieron la obra poco después de un viaje de trabajo a Palestina, en 2002, donde pudieron conocer de primera mano cómo afecta el casi eterno conflicto árabe-israelí a uno de los flancos más débiles de aquella sociedad: las muejeres.
La función transcurre durante la pedida de mano de Bahía, una joven palestina que vive en una ciudad cisjordana, asediada por los militares. Su madre, Aixa ha preparado hasta el último detalle de la fiesta, excepto el café. Pues Nurit, una amiga judía de la familia, es la encarcagada de traerlo. Una vez atravesado todos los puestos fronterizos, la mujer judía tiene que hacerles partícipes de una mala noticia.
Maite Brick encabeza un amplio reparto de esta historia femenina en medio de la destrucción que, por su valor social, fue estrenada durante el prestigioso Festival Madrid Sur 2005, antes de comenzar una gira por el Estado. El texto, que muestra la desolación de muchas mujeres que se ven obligadas a vivir en sus casas en régimen de reclusión, muestra una semilla de esperanza que se materializa en el café de la amistad.
