Teatro Ensalle presenta Oco, la nueva producción de la compañía que se estrenará el Viernes 18 y Sábado 19, ambos días a las 22:00h. Oco es un creación colectiva con la participación de ocho actores y músicos, y bajo la dirección escénica de Pedro Fresneda. Oco es un puzzle de huecos. Huecos redondos, lánguidos, puntiagudos, imperfectos, desperfectos; huecos con cuatro cuerdas, con seis cuerdas, con parches de estómago de camello, con campanas, con dientes negros y rostros ausentes; huecos que ríen o no, que corren, que chocan entre sí, que resbalan; pequeños y grandes huecos por dentro y por fuera; podrían ser huecos de cartón, de acero, de aire caliente o aire casi frío.
Un puzzle con mil soluciones, con mil maneras de componerlo, arriba y abajo, en una acera o en una nota, en besos de locura, en llantos primitivos; un puzzle de extrema simplicidad, sólo ocho piezas que bailan, que frenan, que aceleran las formas, que se rompen la columna y vuelven a caminar, y a volar, y que vuelven a caer; ocho formas con nombre propio (o apropiado, o expropiado) que se relacionan, que se miran o huyen, que hablan mucho o poco, o muy despacio, o no callan, por más que lo digan todo y no quieran decir nada.., y a veces algo se les escapa.
Oco. Una ciudad que quema y espanta. Mecanismos, engranajes. Autómatas aturdidos. Un minimundo, ocho personajes. La historia de un viaje. Un día te levantas con el bulle-bulle en la cabeza. Llegas tarde y el autobús no viene, esperas con la maleta que envuelve aletas azules y un violín impreciso. No conoces a nadie, todo el mundo te suena. 4284 ficha, 4285 ficha, 4286 ficha. Caminas, tropiezas con el sauce, precisamente hoy. Despiertas, te acuerdas de la esquina que ya no miras y la miras. Y sonríes. No te vuelves, avanzas y escribes en el aire “Me voy”. Algún otro también se va…y respira. Atrás el que sí y no, el que no sé o no quiero, el que se ahoga; el soy feliz porque sí, de A a B y de B a A; el me quedo en mi lugar aunque grite y no sonría; y más…los que observan y nada pierden, los que revuelven tripas y miradas al ritmo de su cordura y con dos notas imprecisas te golpean y despiertas, y caminas y te vas.
