El Teatro Español de Madrid presenta, del 10 de agosto al 3 de septiembre, un programa doble a la zarzuela con las piezas ‘Adiós a la bohemia’ y ‘Black, el payaso’ de Pablo Sorozábal. La primera con libreto de Pío Baroja y dirigida por Mario Gas, refleja el declive de una pareja, rechaza por la sociedad tras vivir apasionadamente las ansias de la bohemia. Mientras que ‘Black el payaso’, de la mano de Ignacio García, plantea cómo un payaso circense puede llegar a gobernar un país.
Con la voluntad de seguir con el homenaje al maestro Sorozábal, y continuando con la línea emprendida con el montaje de ‘La eterna canción’, el Teatro Español produce y presenta estas dos creaciones de uno de los compositores vascos más conocidos. Para Mario Gas, director del Teatro Español, estas obras de Sorozábal son dos «pequeñas joyas» del músico vasco, «muy cercanas a la ciudadanía» y dan muestra de la importancia de la zarzuela, «un elemento sustancial y apegado a nuestra ciudadanía».
Respecto al texto de Baroja, musicado por Pablo Sorozábal, explicó que es «suavemente oscuro» y «regeneracionista», en donde el autor vasco se despide de un mundo desclasado y muestra semblanzas del Madrid de principios del siglo XX. En cuanto a la música, la describió como «hermosa» e «inteligente» conjugando ritmos populares como habaneras, pasodobles y chotis. «Es un pequeño esperpento sensible», matizó Mario Gas, quien recordó que esta obra se estrenó en el Teatro Calderón de Madrid en 1933.
Baroja había publicado ‘Adiós a la bohemia’ dentro del ‘Nuevo tratado de arlequín’ aparecido en 1917. Los protagonistas son un pintor fracasado y su antigua novia, ahora prostituta. María Rey-Joly interpreta a la prostituta y Javier Galán al pintor fracasado.
COLLAGE MUSICAL
Por su parte, para Ignacio García, que debutó en el Español con la dirección de escena de la zarzuela ‘La eterna canción’ también de Pablo Sorozábal, ‘Black el Payaso’ es un «collage musical» que aúna realidad y ficción de la mano de un payaso que llega a gobernar un país.
Destacó que esta obra fue escrita y estrenada en los primeros años de la posguerra española, ante la sorpresa del público de la época que relacionaba lo que describía esta comedia con las guerras y las bombas que azotaban a la población civil, conducidas por dictadores. No obstante, García señaló que este montaje de Sorozábal es un «divertimento» con toques de reflexión.
Por último, Mario Gas señaló que Sorozábal es «un eslabón perdido» que puede ser considerado como un representante de la «zarzuela contemporánea española».
Pablo Sorozábal nació en San Sebastián (Guipúzcoa) el 18 de septiembre de 1897 en el seno de una familia humilde. Desde pequeño comenzó a estudiar en clases gratuitas de la Sociedad de Amigos del País; solfeo con Manuel Cendoya, violín con Alfredo Larrocha y piano con Germán Cendoya. Se integró en las voces blancas del orfeón Donostiarra.
Su primera zarzuela: Katiuska, opereta en dos actos, con texto de Emilio González del Castillo y Manuel Martí Alonso, estrenada en 1931 en Barcelona y más tarde, el 11 de mayo de 1932 en Madrid, fue su primer gran éxito. Otras obras de Sorozabal son: La isla de las perlas (1933, Coliseum de Madrid, texto de González y Martí), Adiós a la bohemia (1933), La del manojo de rosas (noviembre de 1934, Teatro Fuencarral, libreto de Ramos de Castro y Carreño), No me olvides (1935, Teatro de la Zarzuela, libreto de Romero y Fermández Shaw), La tabernera del puerto (Teatro Tívoli de Barcelona, libreto de Romero y Fernández Shaw), Black el payaso (Coliséum de Barcelona, libreto de Francisco Serrano Anguita), Don Manolito (1942, Teatro Reina Victoria, texto de Fernández de Sevilla y Carreño)..
