Maestra de maestros, la coreógrafa Pilar López fue reconocida, en la IX edición de los Premios Max de las Artes Escénicas, con el Premio de Honor, en reconocimiento a “su vasta aportación al mundo de la danza”. Aunque no pudo asistir a la gala celebrada en el Teatre Musical de Barcelona el pasado 13 de marzo, ya tiene la preciada estatuilla en sus manos. En un sencillo y emotivo acto celebrado en su hogar esta misma semana, Pilar López recogió el premio de manos de la coreógrafa y bailaora Cristina Hoyos, miembro de la Junta Directiva de la SGAE. El Premio de Honor de los Max se concede a aquella persona que, “a lo largo de su vida, se haya distinguido por sus aportaciones singulares, entrega y defensa de las Artes Escénicas, en general”, según consta en el reglamento. En las anteriores ediciones, este destacado galardón recayó en Antonio Buero Vallejo (1999), Adolfo Marsillach (2000), Antonio Gala (2001), José Tamayo (2002), Alfonso Sastre (2003), Francisco Nieva (2004) y José María Rodríguez Méndez (2005).
Apuntes biográficos
Pilar López (San Sebastián, 1912), bailarina, maestra y coreógrafa, comenzó su carrera junto a su hermana, «La Argentinita», quien marcó la línea artística que posteriormente seguiría. A partir de entonces, su popularidad estuvo unida a su genio y a su peculiar forma de interpretar, que revolucionó el baile español e influyó poderosamente en toda una generación de artistas.
En su compañía, el Ballet Español de Pilar López, de fama internacional, se formaron destacadas figuras, como José Greco, Manolo Varga, Rafael Ortega, Elvira Real, Dorita Ruiz, Alicia Díaz y Antonio Gades.
Su arte ha sido plasmado en coreografías tan inolvidables como El sombrero de tres picos, El amor brujo o El concierto de Aranjuez y se ha visto galardonada con numerosos premios, en España y el extranjero. A Pilar López se la recuerda siempre por su virtuosismo y autenticidad, por su arrolladora personalidad y por su estilo puro e inconfundible.
