El Ballet Nacional de Cuba dirigido por Alicia Alonso estará en cartel en el Teatro Albéniz de Madrid desde hoy y hasta el día 8 de octubre donde presentarán ‘El lago de los cisnes’, ‘Giselle’ y una Gala Coreográfica conformarán el programa Hoy jueves estrenarán la coreografía El lago de los cisnes, con coreografía de Alicia Alonso sobre música original de Marius Petipa y Lev Ivánov, con la que actuarán hasta el próximo domingo 24 de septiembre.
Se trata de una producción del Ballet Nacional de Cuba y Teatres de la Generalitat Valenciana basada en uno de los títulos más emblemáticos de la danza clásica. Después de casi 30 años sigue siendo representada por compañías de todo el mundo tras su estreno, en 1877, en el Teatro Bolshoi de Moscú.
Desde el 27 de septiembre y hasta el 1 de octubre el Ballet Nacional de Cuba interpretará Giselle, otro clásico en su repertorio. En la formación cubana esta coreografía ocupa un puesto de honor, ya que es una de las más solicitadas y aclamadas internacionalmente. Además, la historia de Giselle en el ballet cubano comienza incluso antes de la fundación de la compañía, ya que, en 1943 Alicia Alonso debutó en el rol principal, en el Metropolitan Opera House de Nueva York.
Por otra parte, y como programa de cierre de su temporada den Madrid, del 4 al 8 de octubre, el Teatro Albéniz de la Comunidad de Madrid acogerá la Gala Coreográfica Alicia Alonso, un programa formado por fragmentos de 5 piezas: Umbral, Romeo y Julieta, Verbum y La flauta mágica. Además, cada noche se podrá disfrutar de un Pas de deux clásico diferente, siendo todos ellos versiones coreográficas creadas por la propia Alicia Alonso.
Ballet Nacional de Cuba
La compañía cubana es una de las formaciones más emblemáticas del mundo y ocupa un lugar prominente en la cultura hispanoamericana contemporánea.
El Ballet Nacional de Cuba se creo en 1948, con Alicia Alonso como principal fundadora y primerísima figura. En 1950 se funda, además, la Escuela Nacional de Ballet Alicia Alonso, anexa a la compañía profesional. Desde el principio, su línea artística se basa en el respeto a la tradición romántica y clásica, estimulando, al mismo tiempo, el trabajo creativo de coreógrafos que siguen una línea de búsquedas en lo nacional y contemporáneo.
Desde los inicios las versiones completas de clásicos como Giselle, El lago de los cisnes o Coppélia, estuvieron acompañado de obras procedentes del movimiento renovador de los Ballets Rusos de Diáguilev como Petruschka o La siesta de un fauno; y de ballets creados por coreógrafos nacionales.
Además de su intensa actividad en Cuba, donde ha logrado proyectar su arte a nivel popular, esta formación desarrolla anualmente un programa de giras internacionales, que lo lleva a escenarios de diversos países de Europa, Asia y América consiguiendo importantes galardones, como el Grand Prix de la Ville de París y la Orden «Félix Varela», de la República de Cuba. En la actualidad el Ballet Nacional de Cuba es la máxima expresión de la “escuela cubana de ballet”.
