Cuando se cumple el 75 aniversario de la apertura del Teatro Gayarre en su actual ubicación, la Fundación Municipal Teatro Gayarre ha preparado diversos actos para celebrar estas bodas de diamante con la ciudad. Dos son los eventos principales de este aniversario: la inauguración una exposición conmemorativa y una gala de celebración. La exposición “Teatro Gayarre 75” años abrirá sus puertas al público el día 3 de mayo, fecha en la que se celebra el aniversario de su inauguración en 1932, un día en la que el teatro abrirá sus puertas al público de 10 de la mañana a 2 de la tarde, y de 5 de la tarde a 9 de la noche para que la exposición conmemorativa `pueda ser visitada por todo el que lo desee. Posteriormente a esta fecha, la exposición se mantendrá montada y podrá ser visitada cuando el público acuda a cualquiera de las funciones y espectáculos programados para las próximas fechas.
Asimismo, el día 7 de mayo, a las 8 de la tarde, se va a desarrollar la gala conmemorativa del 75 aniversario de la apertura del Teatro Gayarre en la Avenida de Carlos III, una velada en la que actuarán las mismas formaciones que lo hicieron en su inauguración en 1932: Los Amigos del Arte y la Sociedad de Conciertos Santa Cecilia.
Un poco de historia
El Teatro Gayarre cumple 75 años. Se inauguró el 3 de mayo de 1932. Su construcción fue una iniciativa del Ayuntamiento de Pamplona, que lo edificó en la nueva avenida de Carlos III, creada con el derribo del anterior teatro, que cerraba al sur la Plaza del Castillo.
Aunque el Teatro Gayarre siempre ha sido un edificio municipal, desde 1932 y hasta 1998 fue administrado por una empresa privada que había costeado la construcción y una gran reforma en 1953. En 1998, el Ayuntamiento recuperó la plena gestión y creó la Fundación Municipal Teatro Gayarre para dirigirlo.
El Teatro Gayarre ha sido un reflejo fidedigno de la evolución de la ciudad en los últimos 75 años. En sus primeros años de existencia, vivió los convulsos años de la II República y la Guerra Civil (1931-1939). Numerosas organizaciones religiosas y políticas de todo signo lo alquilaban para programar teatro, cine y música con fines propagandísticos. El cine fue la principal fuente de ingresos de la empresa arrendataria del Gayarre en sus primeras décadas de existencia y programaba aquí los grandes estrenos. Sin embargo, nunca faltaba el teatro ni en Sanfermines ni en Navidades.
Durante la postguerra (1939-1959), casi todos los grupos teatrales estaban adscritos a parroquias y colegios religiosos. Los mejores actores y pintores locales eran llamados para representar en Navidades los montajes de cuentos infantiles de la “Institución Cunas”, que dirigía el Padre Carmelo. Se recaudaba dinero para los bebés nacidos en las familias pobres de la ciudad.
La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) permitió que actuaran en el Gayarre grandes cantantes de ópera italianos y orquestas como la Filarmónica de Berlín, que no podían trabajar en los países en conflicto. Esa oferta cultural en calidad y cantidad sólo volverá a repetirse en Pamplona en tiempos actuales.
La industrialización y la generalización de los estudios universitarios a partir de 1960 modifican los gustos e impulsan el crecimiento económico y territorial de Pamplona. Los estudiantes traen novedades: el twist, el Rock&Roll yconcursos de teatro con grandes autores extranjeros, como Priestley o Ionesco. El Gayarre también acoge varias ediciones del Festival de Villancicos Nuevos de Pamplona, un glamuroso evento de eco nacional.
El decenio de 1970 lleva al teatro los aires de libertad y democracia que el país reclama. Grupos teatrales emergentes como Els Joglars, el TEI, Teatro Fronterizo o Adefesio logran burlar la censura y exhiben montajes de autores hasta ese momento prohibidos o minoritarios: Brecht, Beckett, Valle-Inclán y García Lorca.
La escena local se renueva. En 1971 surge El lebrel blanco, que ofrece todos los años montajes de gran calidad, algunos premiados en festivales nacionales. El Teatro Estable de Navarra (TEN) agrupa a una brillante generación de actores formados en el “método Stanislavsky”.
La década de 1980 es prodigiosa en nuevos descubrimientos escénicos, pues pasan por el Gayarre los directores (Miguel Narros, José Carlos Plaza) y actores (Fernando Fernán Gómez, José Pedro Carrión, “El Brujo”, José Luis Gómez) que elevan el nivel de exigencia de la escena nacional. El Ayuntamiento de Pamplona impulsa en la década de 1990 varias producciones con actores locales y gran éxito de público: la zarzuela La bruja y grandes montajes teatrales como Don Juan Tenorio, La ópera de cuatro cuartos y La celestina.
La continuada reivindicación de un teatro público en la ciudad se hace realidad en 1998. La Fundación Municipal es el instrumento que permite al Ayuntamiento absorber la plantilla del teatro, agilizar la contratación y reinvertir lo recaudado en enriquecer la programación.
En sus nueve años de existencia, la Fundación Municipal Teatro Gayarre ha atraído a más de un millón de espectadores en más de dos mil sesiones de teatro, danza, música y espectáculos de todo tipo, con una media de 570 espectadores por función. La Fundación Municipal estructura su trabajo en tres líneas: exhibición, producción propia y creación y formación de públicos.
El Teatro Gayarre es uno de los pocos teatros públicos españoles que invierte en producciones propias, al asumir la política municipal de apoyar la creación escénica local y dignificar a sus profesionales. En 9 años ha producido 3 óperas de cámara, 6 montajes de 4 zarzuelas diferentes y 6 grandes espectáculos dramáticos.
Crear nuevos públicos es otra de las vocaciones del Teatro Gayarre: lo hace exhibiendo regularmente teatro para los más pequeños, promoviendo visitas “escenificadas” y espectáculos con guías didácticas para estudiantes de ESO y bachillerato.
