Titirimundi 2007 llega a su fin con un balance de más de 80.000 espectadores
Desde el 8 hasta el 15 de mayo, 41 compañías de 17 países distintos -4 continentes representados- han exhibido sus espectáculos en 7 espacios cubiertos (iglesias y teatros), 8 patios y 11 ubicaciones de calle, además de los 9 barrios de la ciudad. Las nuevas incorporaciones de la Plaza y el Patio de la Tierra o la calle de Fernán García, con sus escaleras que han servido de gradas, han sido todo un éxito. Un 98% de ocupación, es decir, 32.526 personas conforman el público total de interior en esta edición de Titirimundi.
De ellos 5.051 espectadores han asistido a los montajes presentados en los espacios cubiertos, como el Juan Bravo (94% de ocupación), S. Juan de los Caballeros (100%) o la Iglesia de San Nicolás (100%). El Espejo Negro con La vida de un piojo llamado Matías y Le Grand Manipule con Todo encaja fueron los primeros en poner el cartel de “no hay localidades”.
19.250 personas han visitado los patios para asistir a los espectáculos con mayor reclamo, que han colgado los carteles de “aforo completo” desde los primeros días. De éstos, 4.200 han visto al deseado Circo de las Pulgas en el Patio de Fomento, cuyas colas daban la vuelta a La Alhóndiga; 2.900 han disfrutado de la delicadeza y la poesía escénica de Mikropódium en el Patio de los Rueda, uno de los espectáculos que marcan la línea de Titirimundi y que nunca deja de emocionar a los privilegiados espectadores que logran conseguir las entradas. Los hilos de Victor Antonov y el Teatro de Títeres de Hong-Kong en el Patio de la Diputación y en el del Conde Alpuente, divirtieron, asimismo, a 4.950 espectadores.
Además, Titiricole, la sección dedicada a los espectáculos que presentan escolares de distintos colegios, este año ha alcanzado su máximo histórico con 14 grupos, que han mostrado sus obras en el Patio del Quintanar. Un lugar que, por cierto, ha resultado idóneo para esta iniciativa y que ha sido disfrutada por 1.400 personas. Es decir, un 100% rotundo de ocupación en los patios segovianos.
Por otra parte, 6.300 pequeños espectadores han sido partícipes de las funciones escolares de L’asina sull’isola (Al señor Rodari), La Santa Rodilla (Manologías), Per Poc (Joaquín el barrendero), Teatro Giocovita (Pépé y Estrella), Rodorín (Una, dola, tela, catola) y Cie. du petit monde (Toc-Toque), que en apenas una semana completaron los aforos de los espacios destinados a estas representaciones.
Pero sin duda, la compañía Dromesko con La Barraca ha sido el espectáculo que más entusiasmo ha despertado. Desde el principio el 95% de las entradas ya se había agotado gracias a la venta anticipada, por primera vez a través de la página web de Titirimundi. El 5% restante se ha vendido a través de la taquilla instalada junto al barracón bohemio, donde todos los días había un cartel de “agotadas las entradas”.
Público de diferentes ciudades españolas se ha acercado a Segovia para ver una función única con un aforo de 150 espectadores. La Barraca estaba programada hasta el día 20, y debido al éxito y a la demanda de público se ha podido prorrogar un día más, hasta el 21 de mayo en la Plaza de toros de San Lorenzo. 1.925 espectadores privilegiados al poder adquirir tan preciadas entradas.
Respecto a los espectáculos de calle, comenzaron el día 8 con la compañía Circ Pànic en la Plaza del Azoguejo, con un lleno absoluto que vaticinaba lo que sería el festival: una afluencia masiva, especialmente el sábado y sin que el resto de los días desmereciera en nada. La Baldufa, Aakaar Puppet, los marionetistas de guante más importantes de Europa, Salvatore Gatto y Rod Burnett en la Plaza de la Merced y Plaza de San Martín, Aristobulle, Axioma, Krystal Puppeteers, Pep Gómez, o los juegos de Guixot de 8 en el Paseo del Salón, entre otros, han hecho protagonistas a aproximadamente 40.375 espectadores, sin estimar la afluencia de los carruseles. La Cia del Draak con sus animatrónics, el vagabundo y el mono, movidos sigilosamente por control remoto, o K.O. MIC con su marioneta humana, han hecho de la Calle Real un lugar privilegiado para esbozar sonrisas e instar a la curiosidad a los espectadores más receptivos gracias a las improvisaciones e intervenciones espontáneas.
En barrios 4.300 personas han visto los espectáculos de Titirimundi, 1.000 de los cuales en los barrios incorporados. En pueblos de la provincia 2.025, además de los 460 espectadores de otras actuaciones en centros como el hospital o la cárcel.
Ilka Schönbein y el Theater Meschugge con Carne de mi carne, un espectáculo de estética expresionista que se ha podido ver el lunes 14 y el martes 15 en el Teatro Juan Bravo, ha servido de colofón de honor a un festival que es ya referente mundial del arte del teatro de títeres. Todas las técnicas y el ingenio al servicio de un festival que ha cumplido 21 años de existencia y que un año más ha privilegiado la ilusión de la fantasía a cerca de 80.000 personas que han disfrutado de 309 funciones.