Ocho espectáculos, seis de teatro y dos de danza, integran la programación de la XXIII edición del Festival de Teatro y Danza Castillo de Niebla que comienza el 7 de julio y se prolongará hasta el 25 de agosto. El programa de representaciones previsto en el castillo de la pequeña localidad onubense que se materializará en siete sábados y un martes, contempla la presencia de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, del Ballet Carmen Roche o de Julio Bocca. Este festival que se celebra en el Castillo de Niebla, localidad ubicada en la Tierra Llana de Huelva, arranca el 7 de julio con la presencia de Producciones Impedibles que presenta Don Juan con guión y dirección de Gema López, a partir de textos de Tirso de Molina, Molière y Zorrilla. Esta producción aúna y sintetiza las principales visiones literarias de Don Juan, tales como el predominio de la acción en Tirso, de la palabra en Molière y del sentimiento en Zorrilla. El espectáculo apuesta por el enfoque provocador e inteligente, ayudado por una sugerente puesta en escena que extraen del mito la pasión, la libertad, el dolor y el amor que hacen de Don Juan, aún hoy, un personaje vivo.
La segunda representación contará con la presencia de la Compañía Nacional de Teatro Clásico que presentará El curioso impertinente de Guillén de Castroy con dirección de Natalia Menéndez. Esta obra que toma como punto de partida una de las tres obras que Guillén de Castro escribió partiendo directamente de motivos novelescos cervantinos. Esta espléndida comedia que incide en la amistad, la desconfianza y el honor lleva estos sentimientos hasta el extremo para desnudar alguno de los aspectos más perversos de la naturaleza humana.
La danza toma el relevo el día 21 de julio con la presencia del Ballet Carmen Roche que pondrá en escena una Cenicienta dirigida por Carmen Roche que tiene como destinatario al público familiar. A partir de la música de Sergei Prokofiev, el guión de Olga Margallo y la coreografía de Tony Fabre la producción apuesta por una Cenicienta soñadora, alegre y valiente, muy alejada del cliché de princesita sumisa y tímida del cuento de Perrault. La historia se desarrolla con una puesta en escena limpia y elegante que incluye recursos como la videoproyección, que contribuye a crear un ambiente mágico, capaz de subyugar a niños y adultos por igual.
Concha Busto Producciones acerca la última representación prevista para julio con la puesta en escena de Cyrano de Bergerac de Edmond Rostand, con dirección de John Strasberg. La adaptación realizada por John Sanderson muestra a un Cyrano que es para todos un hábil espadachín y un poeta aventajado, pero desconocen su desdichado destino. Su fealdad física, ejemplificada en un soberbio apéndice nasal, no es reflejo de la belleza interior de un ser noble, generoso e inteligente, capaz de prestar sus palabras para que otro enamore a Roxana, el amor de su vida.
La programación prevista para el mes de agosto arranca el 4 de agosto con la presencia de Histrión Teatro que presenta Macbeth de William Shakespeare, con dramaturgia y dirección de Juan Dolores González Caballero. La obra arranca con el regreso de una campaña victoriosa de Macbeth y Banquo, vasallos de Duncan, rey de Escocia, que se encuentran en el bosque unas brujas que les vaticinan, a Macbeth, que primero será nombrado señor de Cawdor, y luego rey y; a Banquo, que sus hijos serán reyes, pero él no. Macbeth, espoleado por su ambiciosa esposa, y tras comprobar que se cumplía la primera predicción con su nombramiento de señor de Cowdor, decide matar a Duncan, ocupar el trono y deshacerse de los posibles aspirantes. Desde ese momento, una espiral de ambición, locura y semirrealidad se apodera del rey de Escocia, cuya ambición de poder no conocerá medida. Un universo en el que la visión del mal, la confusión de efecto, la inquietante oscuridad y la sombría trama, hacen que los personajes caminen a tientas para llevarnos a un acto central que no es otra cosa que el horrible asesinato del sueño, la extrema tortura del duermevela, y el estrecho límite entre la pesadilla y la realidad del personaje.
Julio Bocca y el Ballet Argentino serán los protagonistas de la única representación que no de desarrollará en sábado ya que se llevará a cabo el martes, 14 de agosto. El programa elegido para esta función está integrado por las coreografías Desde lejos de Mauricio Wainrot y con música de Wim Mertens; Nine Sinatra Songs con coreografías de Twyla Tharp y que incluye canciones interpretadas por Frank Sinatra y Cruz y Ficción con coreografías de Ana María Stekelman y en la que se incluyen composiciones como el ‘Ave María’ de Schubert, el anónimo ‘Crucifixión’ e incluso un negro espiritual.
La penúltima función llegará el 18 de agoso de la mano de Polanco Producciones Teatrales y es.arte que pondrán en escena Margarita la Tornera de José Zorrilla y con dirección de Juan Polanco a partir de la adaptación de Daniel Pérez. La representación refleja un poema dramático en el que se dan cita tres personajes que más adelante recuperará Zorrilla para su Tenorio: D. Juan y D. Gonzalo, aquí hermano de la novicia, y Margarita, que luego llamaría Inés, y algunos de los conflictos que utilizaría después. Al rescatar esta leyenda, claro precedente de Don Juan Tenorio, en versión teatral de Daniel Pérez, que adapta Margarita la tornera con respeto al verso de Zorrilla y su ambientación romántica, se pretende recuperar una pieza olvidada, donde el poder de seducción de D. Juan cautiva a Margarita, que huye con él de la clausura de un convento de Palencia. La ayuda de D. Gonzalo en su huida a Madrid y la introducción de un cuarto personaje, la actriz Sirena, incorporan nuevos elementos y conflictos más fuertes en una trama que maneja Zorrilla con ritmo e intensidad dramática, hasta un final sorprendente, al que el autor de la versión incorpora los dos previstos, complementarios y no contradictorios, por el dramaturgo de Valladolid.
El colofón al XXIII Festival del Castillo de Niebla llega el 25 de agosto con una coproducción de Focus y el Festival de Teatro Clásico de Mérida que presentan Los Persas: réquiem por un soldado, que dirige Calixto Bieito. La obra que cuenta con la dramaturgia de Pau Miró y del propio Bieito a partir del texto ‘Los Persas’ de Esquilo, muestra la derrota del poderoso ejército de Jerjes en la batalla de Salamina ante tropas compuestas por ciudadanos griegos. Este suceso histórico, acaecido en el 480 antes de nuestra era, se presenta desde la óptica persa, la de los vencidos. Humanizando a los persas, llenándolos de sentimientos, Esquilo no hace sino valorar aún más la victoria de los griegos. No estamos, por tanto, ante una tragedia sobre los dioses y sus cábalas; se habla de simples y mortales humanos. Sobre sus angustias, tristezas y lamentos por una guerra perdida y por sus soldados muertos, con sus nombres, que es cuando los muertos duelen más. Los Persas es también una pieza sobre el exceso de soberbia de un país civilizado que intenta imponer su tiranía a otro. Pero esta versión de Los Persas no es un alegato pacifista. Simplemente es un canto, un réquiem o un lamento por una guerra perdida, por un soldado muerto no importa en qué lugar.
