El próximo 5 de setiembre en el Teatre Borràs de Barcelona tendrá lugar el estreno de ‘Un dia. Mirall Trencat’ un espectáculo dirigido por Ricard Salvat a partir de la adaptación de dos obras de Mercé Rodoreda realizada por Manuel Molins y el propio Salvat. Dos grandes nombres de la dramaturgia catalana contemporánea, el director Ricard Salvat y la escritora Mercè Rodoreda, se darán cita en el escenario del Teatre Borràs de Barcelona a partir del 5 de septiembre. La obra “Un dia. Mirall trencat” (“Un día. Espejo roto”) abrirá la temporada de esta sala, conjugando en escena dos textos emblemáticos de Mercè Rodoreda que giran en torno a la misma historia, ambientada en la Barcelona burguesa extinguida con la Guerra Civil. Esta ficción fue dramatizada en 1959 con la pieza teatral “Un dia” (“Un día”) y novelada en 1974 con “Mirall trencat” (“Espejo roto”), título aclamado por la crítica como uno de los mejores y más ambiciosos de Rodoreda.
Manuel Molins y Ricard Salvat son los responsables de la dramaturgia, que el propio Salvat dirigirá y llevará a escena con la colaboración de un equipo artístico excepcional: Marta Carrasco, Jon Berrondo, Nina Pawlowsky, Bàrbara Granados, Maria Domènech, Pepe Bel, y un reparto de más de 20 actores, algunos de ellos muy conocidos del gran público.
El espectáculo parte de la obra de teatro “Un día”, texto absolutamente revolucionario e incomprendido dentro del panorama del teatro catalán de la década de 1950. Manuel Molins y Ricard Salvat han tomado como punto de partida esta obra y han intentado ir enriqueciéndola con “Espejo Roto”, que es la variante novelística del tema planteado a “Un día”. Esta novela está considerada por la crítica más rigurosa como la más importante de la autora. Y, como recoge la Guía de la literatura catalana «crea un mito de gran fuerza y belleza: el de la Barcelona catalana destruida por la Guerra Civil».
Rodoreda nos habla de la vida de unos «señores de Barcelona», pero también de sus muchachas, de sus chóferes, y así, con esta doble mirada, nuestra gran autora ofrece dos perspectivas muy diferentes -y a menudo contradictorias- sobre los acontecimientos y temas de la novela. Sobre todo, lo que se nos muestra es la capacidad destructora del tiempo, y cómo se va aniquilando todo un mundo: el de la alta burguesía catalana, que vivió momentos de especial brillo y poder social, y que tenía un nivel cultural muy alto y muy refinado. Veremos como se van sucediendo periodos determinantes de nuestra historia – la Dictadura del General Primo de Rivera, la República, la Guerra Civil y la Dictadura del General Franco-, y como van desapareciendo, cómo se va perdiendo, para acabar diluyéndose en el tiempo.
Tenemos, pues, el mito de la Barcelona burguesa destruida por la Guerra Civil, pero a la vez Rodoreda crea también un gran personaje arquetípico, el de Teresa Goday de Rovira y Valldaura. La vendedora de pescado de la Boqueria que, gracias a su belleza y a haber encontrado a dos maridos ricos, salta la línea social y se convierte en uno de los faros del esplendor de la burguesía catalana de antes de la Guerra Civil. Esta creación literaria se añade a la gran galería de personajes arquetípicos del teatro catalán, como son Manelic y Maria Rosa de Guimerà, el Señor Esteve y el Héroe de Rusiñol, el Bearn y el Obdúlia de Moncada de Llorenç Villalonga, entre otros.
