La Compañía Fenicia presenta el jueves día 4 de septiembre a las 20:30 h. en el Teatro de Madrid un montaje coreográfico, dirigido por Cristiane Azem y escénico, por helena Ferrari. «Drom»cuenta con dos actrices de teatro gestual y once bailarinas y narra narra a través del baile el largo viaje emprendido por los gitanos desde el Rajastán, pasando por Persia, Turquía, Centro Europa, Egipto y Francia, hasta llegar a España. Estará en Madrid hasra el 14 de septiembre. «Drom» parte de Rajastán con un baile de la cultura Kabelia, colorista, alegre, vital… En su periplo hasta Persia, nos trae el misterio de las danzas tribales con espadas de las montañas donde se han instalado. En Centro Europa, la melancolía y el desgarro de un pueblo se transforma en circo, en fantasía, contrapunto al inefable destino desvelado por las cartas…Ya en Egipto, el misterio de los desiertos se convierte en fiesta de ritmos y fuego, donde la unión entre la cultura árabe y la gitana se ha transformado en elemento autóctono de doble procedencia.
En su paso por Francia, «Drom» nos lleva a Sainte Marie de la Mer, lugar de peregrinación y muestras de devoción a Sara, la virgen negra de los gitanos.De ahí a España, llegamos a Granada, donde una canción Andalusí nos abre las puertas de la Alhambra y un quejío flamenco nos lleva al Albaicín, a las cuevas donde termina nuestro viaje.
Fenicia es una compañía formada por once bailarinas,Soraya Sainz, Diana Real, Judith Guillén, María José Guillén, Mariangeles Calleja, Miriam Gala, Myryam Soler, Kelly Gómez, Cristina Jiménez, Mónica Rivas y Cristiane Azem,que imprime a sus coreografías su amplia formación en danza, enriqueciendo las formas tradicionales de la Danza Oriental, y adaptándola escénicamente para grandes escenarios.
Fruto de una intensa investigación, la música de Fernando Cea está repleta de referencias y contiene elementos claves de la cultura a que se refiere. Funciona, además, como hilo conductor de la puesta en escena, ya que desde el misterio, la sensualidad o la melancolía de sus notas invita al espectador a un viaje de sensaciones, que le transportará al siguiente destino de la caravana… Entonces la fuerza y la vitalidad de los ritmos y una algarabía melódica invaden el escenario.
