El coordinador de la Unidad Técnica de ‘Iberescena’, Guillerno Heras, y el director del Departamento de Teatrología y Dramaturgia en la Facultad de Artes Escénicas de La Habana (Cuba), Eberto García, criticaron hoy en Murcia el «desconocimiento» que, en su opinión, existe dentro del propio sector de las artes escénicas en relación al teatro y la danza iberoamericanas, al tiempo que lamentaron la escasa repercusión que tienen estas manifestaciones en los medios de comunicación. Ambos expertos hicieron estas declaraciones durante la mesa redonda ‘Exportación / Importación. Festivales Internacionales’ que se celebró hoy en la capital murciana con motivo de las VII Jornadas de Artes Escénicas ‘MurciaaEscena’, en la que también participaron el director del Festival Iberoamericano de Cádiz (FIT), José Bablé; el director del Festival Hispano de Miami, Mario Ernesto Sánchez; la directora de la Agencia de Promoción Exterior de la Cultura y las Artes (APEC), Yolanda Martínez; y la concejal de Cultura en el Ayuntamiento de Molina de Segura, Mariola Martínez. Para Guillermo Heras, debe hacerse autocrítica dentro del sector, ya que, según indicó, «no somos conscientes de lo que significa un mercado tan diverso, enorme en extensión y con grandes posibilidades de inversión como la ‘región iberoamericana’, que no se limita a Portugal, España, los países de Sudamérica y América central, sino que también es extensible a la población hispana de Estados Unidos y Canadá».
Según señaló, «hay un desconocimiento evidente de la riqueza artística del teatro y la danza latinoamericanos, pasando por terrenos tan obvios como la dramaturgia viva de esos países, por no decir la de los directores de escena, coreógrafos o actores, y aún se dice que sus textos no se conocen, cuando existen páginas como www.cervantesvirtual.com
Así, el coordinador del fondo iberoamericano ‘Iberescena’ indicó que España debería convertirse en precursora en la transmisión de tal conocimiento, «no esperando a que llegue la ayuda del Estado, sino trabajando en la política de campo, de acción directa, por eso creo tanto en los festivales».
Sin embargo, Heras no desaprovechó la oportunidad para pedir «mayor involucración a los políticos culturales, y no sólo que vayan a hacerse la foto de turno, ya que esto contribuiría a la posterior financiación de estas manifestaciones culturales y a su posterior transmisión a través de los medios de comunicación, donde tienen una escasa presencia». En este sentido, Eberto García advirtió que en Cuba «el teatro está experimentando un crecimiento muy fuerte, e irónicamente eso no está haciéndose visible en otros lugares debido a que los medios de comunicación transmiten una única imagen de este país, algo que dificulta la colocación de espectáculos que produzcan una verdadera ruptura».
«En Cuba, por razones que todos conocen y en los que no voy a entrar, nunca hemos tenido la oportunidad ni el dinero para hacer ninguna operación de intercambio», señaló, para luego añadir que «esa palabra ya supone para nosotros una desventaja».
Para concluir, García lanzó al aire una pregunta que quedó sin respuesta, al afirmar que no será posible mostrar la realidad artística y social cubana cuando los medios muestran imágenes de ella en una sola dirección.
«Si yo quiero mostrar lo que está pasando en Cuba, no puedo inventar un lenguaje que contente a la gente de otros lugares porque de esa forma se ‘despersonaliza’ el proceso», indicó, para luego añadir: «¿cómo puede hacerse notar el arte escénico cubano al margen del lenguaje, viviendo en este tipo de contexto?»
