El Ballet de Teatres de la Generalitat en el Teatre Principal con tres piezas
Entre el 20 y el 28 de noviembre el Ballet de Teatres de la Generalitat presentará en el Teatre Principal de Valencia las piezas sechs tänze de Jirí Kylián, Llebeig de Asun Morales Noales y Viñetas de Gustavo Ramírez. En sechs tänze el propio Kylián es quien habla de su obra. “Dos siglos nos separan de la época en que Mozart escribió las Danzas alemanas. Un período histórico considerablemente acondicionado por guerras, revoluciones y todo tipo de convulsiones sociales. Teniendo presente eso, me pareció imposible crear simplemente diferentes números de baile que reflejasen tan solo el humor y la brillantez musical del compositor. En cambio, he puesto en escena seis actos aparentemente absurdos que obviamente ignoran su entorno. Son insignificantes ante un mundo siempre en conflicto que la mayoría de nosotros, por motivos poco claros, cargamos al alma. Aunque la calidad como espectáculo de las Sechs Tänze de Mozart les ha dado una gran popularidad, no deberían ser solo contempladas como un divertimento. Su humor debería servir como vehículo por evidenciar la relatividad de nuestros valores. Es bien conocida la habilidad de Mozart por reaccionar delante de circunstancias adversas con una explosión autodefensiva de poesía del absurdo. El fragmento de una carta a su prima es el mejor ejemplo de esta práctica.”
Por otro lado, el Llebeig es un viento cálido de suroeste. En esta pieza, inspirada en el viento, los cuerpos de los bailarines se mueven desplazados por la brisa, al igual que todo aquello que agitan los vientos. El viento crea miles de estructuras en el espacio que la coreógrafa ha simbolizado en los diecinueve bailarines que componen la pieza. Cuerpos que comienzan a moverse solos por el soplo de una brisa suave, se pasean por la confusión de las rachas de viento, remolinos, torbellinos hasta regresar al soplo inicial, en un final agotador, como una hoja que cae tras su viaje gobernado por el viento.
La tercera propuesta es descrita por su propio creador con las palabras «solo. Solo acompañado. Acompañado». Un trabajo acerca de la soledad y de las relaciones humanas. Los espacios confinados por la luz, a imagen de nuestra sociedad segmentada, aíslan a los intérpretes de una coreografía que va del solo a lo coral para acabar desarrollando las múltiples formas del paso a dos. La fragilidad del movimiento y una iluminación muy personal contribuyen a hacer de ésta una pieza mágica e íntima.