La compañía granadina de danza contemporánea, Da.Te Danza actuará los próximos días 26, 27 y 28 de diciembre en el Teatro Alhambra en la que supondrá su función número mil, con el espectáculo ‘Una orquesta en danza’. El azar ha querido que el espacio en que se presenta sea el mismo que veía nacer este proyecto en 1999. Omar Meza, su fundador, director y coreógrafo ha conseguido colocar esta formación en la punta de lanza del patrimonio cultural contemporáneo de Granada y Andalucía. Con más de cien funciones por año; once espectáculos creados y exhibidos por una docena de países distintos en casi diez años de historia, Da.Te Danza se convierte en referente para las compañías de danza contemporánea más jóvenes y para el panorama de las artes escénicas en general.
El Teatro Alhambra acogerá en Navidad la función número mil de la compañía profesional de danza contemporánea Da.Te Danza. Tendrá lugar los días 26, 27 y 28 de diciembre y supondrá la rúbrica a un proyecto que nacía en 1999 con unas limitaciones que solo el esfuerzo de sus integrantes ha podido contrarrestar.
Sus integrantes están profundamente ilusionados con el escenario que la caprichosa diosa destino ha elegido para la ocasión. Si bien la compañía ha danzado en países como Rusia, Turquía, Francia… y por supuesto toda la geografía española; representar la número mil en Granada supone ser profeta en su tierra.
Y es que Omar Meza, bailarín fundador, director y coreógrafo de Da.Te Danza de origen mejicano y técnicamente enriquecido en otras culturas como la alemana defiende el carácter andaluz de su compañía – Yo soy mejicano, pero mi trabajo con Da.Te Danza es español porque aquí lo he creado. Nuestras obras son profundamente granadinas y andaluzas- afirma el artista.
Sin embargo, la capacidad creativa de esta factoría del movimiento lleva diez años alimentando el paladar de los públicos de medio mundo. Solo en el pasado mes, sus obras se han visto en Europa central y del este, en Turquía, y en diversos puntos del Estado español. Parece claro, que la buena salud de que goza Da.Te Danza es una gran noticia para el contexto cultural entendido sin fronteras.
Omar recuerda con cariño los primeros días de vida de esta ilusión que siempre ha sido Da.Te Danza. “Al principio no teníamos espacio propio para ensayar y trabajar, y el Teatro Alhambra fue todo para nosotros en aquel entonces. Nos dejó espacio, equipo, gente de teatro, técnico de luces… todo lo necesario para crear la primera obra: Un caballo en el Cielo. Cómo no, en esos comienzos agradecimos el apoyo de la Junta de Andalucía, del Ministerio de Cultura, de capitales privados como Roche Bobois… la primera ayuda fue de quinientas mil pesetas. Pero eran momentos de incertidumbre, sin estabilidad y sin saber nada del futuro. Presentamos la obra, ganamos una mención especial del jurado en FETEN2000 y se abrieron para Da.Te Danza las puertas de la distribución nacional. Fue también un bonito recuerdo la presentación internacional en Méjico, donde Da.Te Danza recibe la mejor ovación del público”.
Centrados en lo artístico, para Da.Te Danza, contar con una plantilla de bailarines estable resulta portador de enormes ventajas “En Da.Te Danza invertimos en nuestros artistas. De esa forma le damos estabilidad al grupo. Y lo más importante es que el trabajo es cada vez mejor. El artista entiende la filosofía y por qué trabaja de esa manera. Esta es la ventaja principal de ser una compañía estable. Tenemos en cuenta que el arte no es un trabajo mecánico, el artista además tiene que intimar con lo que representa, tiene que asimilar su trabajo como artista. Trabajar día a día en la misma compañía te hace profundo conocedor no de una sucesión de movimientos, sino de lo que debes transmitir al público con esos movimientos” afirma Omar.
Una orquesta en Danza
Da.Te Danza vuelve a trabajar en coproducción con la Orquesta Ciudad de Granada para desarrollar un espectáculo que une danza y música. Con al coreografía como pretexto se dota de movimiento a la composición musical. La música danza.
Omar Meza y sus bailarines han trabajado a partir de las sugerencias de movimiento que les evocan las composiciones de Mozart, Grieg, Schubert y Rossini, de forma que el discurso musical es la base para la creación de la coreografía. La música es creada por tres familias de instrumentos y son tres bailarines en escena los que la muestran, fusionando su propia personalidad con el carácter emocional que transmite cada pieza. Son coreografías que no se corresponden con ninguna historia, sino que emplean la danza como medio puro de expresión y comunicación de las emociones.
Una orquesta en danza está pensado para disfrutar plenamente la música y la danza. Tres bailarines, tres instrumentos y dos organizaciones que trabajan para lograr una interacción plena entre la música, el baile y, como no, los espectadores.
