Una noche con
Aquí un amigo
Obra: Una noche con «El Brujo»
Autor: Textos de varios autores
Interpretación: Rafael Álvarez «El Brujo»
Iluminación: Miguel Ángel Camacho
Dirección: Rafael Álvarez
Producción: Compañía Rafael Álvarez «El Brujo»
Arriola Antzokia –Elorrio- 10-01-03
Convocar a pasar una noche con alguien es un acto de amistad. «El Brujo» convoca a cientos de espectadores a pasar una noche con la excusa de sus veinticinco años de escenarios y carretera. No se dice más, los públicos acuden a la llamada de un amigo, de un actor que ha conseguido que su personalidad interpretativa adquiera un valor de lenguaje. Sus inflexiones de voz, sus cambios de registros, sus ritmos son únicos e intransferibles y cuando todos sus recursos se organizan de manera sabia y dosificada adquieren todavía un valor más alto, porque algunas de su licencias on absolutamente disgregadoras, es una participación a un juego entre amigos, desde el escenario «El Brujo» cuenta anécdotas y recita versos clásicos, personajes interpretados anteriormente, que representados desde la neutralidad de un personaje, un amigo, confesándose y contando sus cosas, requiere una capacidad para transformar la mera información en arte teatral que en ocasiones provoca escalofríos, porque se trata de una técnica absolutamente difícil de dominar y «El Brujo» es un auténtico maestro en estos menesteres.
Tiene este espectáculo una parte didáctica. Convence a todos del valor de los textos clásicos. Pero no de su valor histórico o referencial, sino práctica, eficaz para nuestros días, y su sabiduría para conectar los textos clásicos con la realidad más inmediata, recogiendo las energías de los amigos sentados en la platea, convierte la representación en una fiesta de la palabra. Del lenguaje hablado, del lenguaje escénico, de los lenguajes superpuestos para lograr siempre el mismo objetivo: la comunión, la empatía, la risa y la reflexión. Un acto de amistad infinita, cautivados y complacidos esperamos la próxima noche para sentir que el arte de interpretar es una suerte de magia que nos hace más humanos cuanto más poetas y soñadores.
Carlos GIL