Críticas de espectáculos

La Parranda/Francsico Alonso

Un espectáculo total
Obra: La Parranda
Autor: Francisco Alonso (Granada 1887-Madrid 1948)
Libreto: Luis Fernández Ardavín
Intérpretes: María Rey-Joly, Carmen Serrano, José Julián Frontal, Luis Cansino, Rafael Castejón y Mario Martín entre otros
Director musical: Miguel Roa
Director escénico: Emilio Sagi
Teatro de la Zarzuela – Madrid
El Teatro de la Zarzuela cierra su temporada, recuperando una de las obras del granadino, Francisco Alonso, un renovador del género. “La Parranda”, pocas veces llevada a escena, veía la luz en 1928, en el madrileño Teatro Calderón.
Un libreto un tanto inconsistente, es la excusa perfecta para el brillo de una partitura complicada, enormemente variada y con una coloratura extraordinaria.
La Inquietante historia de amor de Aurora y Miguel, enturbiada por un secreto que, hasta el tercer acto no conoceremos, es el hilo conductor de uno de los memorables capítulos musicales de nuestra historia, que el Teatro de la Zarzuela ha recuperado y puesto en manos de dos grandes maestros: Emilio Sagi y Miguel Roa.
El, hasta ahora, director escénico del Teatro Real, ha realizado una labor encomiable, dejándose llevar por el carácter visionario del autor que, contemplaba nuestro género como un rival del musical americano, cuyos objetivos primordiales eran divertir y emocionar. La puesta en escena de este montaje es fruto del atrevimiento, originalidad y enorme creatividad.
Es éste, un montaje luminoso, mediterráneo y que nos muestra un paisaje soleado, de gentes extravertidas, apasionadas y afables.
Dos grandes momentos son los que marcan estéticamente esta obra: La noche estrellada que sirve de entorno romántico perfecto a la serenata que Aurora recibirá en la voz de su enamorado Miguel y el instante en el que el decorado muda su rostro, alzándose y recreando, así, un típico paisaje mediterráneo, repleto de vegetación y naturaleza. Un paisaje presto a recibir la conocida y celebrada “Murcia, qué hermosa eres”, en las voces de Miguel y un coro perfectamente dirigido, una vez más, por Antonio Fauró.
Emilio Sagi ha conseguido desempolvar un género, tal vez, condenado a unas estenografías tópicas, costumbristas y añejas. Le ha lavado la cara, regalándonos una zarzuela renovada, casi adolescente, llena de fuerza y belleza; todo ello con un trabajo que sobresale por su aparente sencillez, por su perfecto engranaje y dinamismo. La intención del director ha sido adaptar esta obra al público de hoy, acortar los números folclóricos, sin que por ello, se perdiese el regusto nostálgico.
El tándem formado por Sagi y Roa ha funcionado a la perfección.
Tal vez, la labor musical ha conllevado un trabajo más arduo, más difícil. Francisco Alonso era un melodista excepcional; escribía, como casi todos, por encargo y para barítonos y sopranos, con una tonalidad enormemente alta; con lo que Roa ha tenido que trabajar esta partitura de cara a la posterior labor interpretativa que habrá de enfrentarse con unas melodías muy ricas y heterogéneas, de las que hemos de destacar el dúo inicial de Miguel y Aurora, una pieza musical de gran lirismo y perfecta conjunción.
“La Parranda” es pues, un desafío para cualquier intérprete que se precie. Un reto que los diferentes repartos de esta puesta en escena han sobrellevado con destreza. Luis Cansino vuelve a dar muestra de su gran versatilidad como cantante y actor y de su buen gusto a la hora de ejecutar el rol del atormentado Miguel, capaz de hacer cualquier cosa por defender el honor de su amada, Aurora.
Si de actores hablamos, no debemos olvidar a Rafael Castejón, curtido hombre de teatro, capaz de llenar con su sola presencia el enorme escenario del Teatro de la Calle Jovellanos.
“La Parranda” de Francisco Alonso estará en cartel hasta el 17 de julio, tiempo ideal para dejarse llevar por la magia escénica de un director magnífico y que supone el broche de oro de una gran temporada de Zarzuela.


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