Críticas de espectáculos

Alma/Ananda Dansa

Exquisita finura
Obra: Alma
Coreografía: Toni Aparisi
Intérpretes: Toni Aparisi, Susana Rodrigo, Lorenza di Calogero, Rosas Belén Ardid, María José Soler, Miguel Tornero, José Jiménez
Escenografía: Edison Valls
Vestuario: Francis Montesinos
Iluminación: Emilio Lavarias
Música original y dirección musical: Pep Llopis
Dirección audiovisual: Jordi Pla
Creación y dirección: Rosángeles Valls, Edison Valls
Producción: Ananda Dansa
Teatro Barakaldo – 18-05-07
Todo está exquisitamente engarzado, en un ritmo interno sutil y candencioso, en donde la partitura musical y la de movimientos están en perfecta simbiosis para metabolizarse con la luz y el espacio en una Proposta física en donde la palabra que nos llega desde los recuerdos de sus imágenes es la finura. No hay un gesto de más, ni un elemento escénico de menos, ni la iluminación hace otra cosa que proporcionar una calor que va dotando al color de matices, que se utiliza lo audiovisual como algo perfectamente orgánico, sin alardes, todo equilibrado, conjuntando, es decir transmitiendo una exquisita finura para contarnos algo que está más allá del cuestionamiento, que forma parte del ideario general.
Ananda Dansa ha cumplido 25 años, y este montaje es su propio homenaje, yo diría que la nueva formulación de sus intenciones, una suerte de manifiesto escénico en el que se van delimitando los estilos de baile, la propuesta estética, pero, sobre todo, se van marcando el sustrato ético, el punto de partida de toda la iniciativa, que en esta ocasión recurre a la búsqueda en la memoria sensorial cuando se mira de dónde se ha partido, pero con la mirada puesta en el futuro, en las Ítacas que cada uno ha soñado, ha anhelado o la luchado por convertirlas en convivencia social y política tangible.
Este trabajo es muy teatral en el sentido de que busca la totalidad expresiva. Siempre desde la danza, no rehúsa ningún recurso escénico, y si se debe hablar se habla, y cuando se habla se dicen cosas importantes. Pero, obviamente, es en el movimiento corporal, en la danza, en los lenguajes físicos donde encontramos la emoción, la transmisión directa de sensaciones, el placer artístico. Sus composiciones coreográficas, la gran banda sonora, la profusión de formas caligráficas para ir escribiendo este bello legado de esperanza y de futuro. Y todo con una finura y delicadeza exquisitas, magnificentes, sobrecogedoras en momentos. Uno sale mejor como persona tras ver este bello espectáculo.
Carlos GIL


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