Críticas de espectáculos

Fama, el Musical/Teatre del Sol

En el camino
Obra: Fama, El Musical
Idea y desarrollo: David Da Silva
Guión: José Hernández
Letras: Jacques Levy
Música: Steve Margoshes
Intérpretes: Sergio Alcocer, Damaris Martínez, Ferrán González, Esther Peñas, Javier Toca, Jordi Grifell, Alejandro de los Santos, Sandra de Victoria, Salva Toscazo, Cristina Castaño, entre otros
Espacio Escénico: Ramón Ribalta
Iluminación. Ramón Ribalta, Albert Pastor, Roc Lain
Coreografía y vestuario: Coco Comín
Dirección musical: Guillem Galofre
Dirección: Ramón Ribalta
Producción: Teatre del Sol, Videomedia
Serantes kultur Aretoa –Santurtzi – 14-07-07
“Fama” fue en sus orígenes una serie de televisión de gran predicamento. En ella se reflejaba la vida de una Escuela Superior de Arte Dramático, en un lugar de Nueva York, en donde se cruzaban las técnicas de aprendizaje para crear artistas totales: interpretación, danza, música, y que se mezclaban las vidas de los protagonistas, sus sueños, la realidad del mercado y de la profesión y en el título llevaba implícitamente un objetivo no siempre positivo: la fama. Recuérdese que la primera frase de aquella serie era que para llegar a ella debían empezar a sudar. Y así lo hacían.
Esta versión escénica recoge aquél espíritu, pero se estructura en forma de musical, es decir se unen los tramos totalmente interpretados, de texto, con los cantados, las coreografías y números colectivos, con las canciones en solitario o a dúo de los protagonistas. Y se cruzan historias personales, renuncias, circunstancias sociales, prisas por llegar y olvidarse del proceso, del camino, y se subrayan los elementos primordiales. Se puede ser una estrella fugaz, adquirir la fama rápida a un coste personal demoledor, o se puede ser un gran profesional. En esa dicotomía y contradicción se mueve la propuesta, y por las circunstancias mostradas apuestan por el trabajo, por la formación total de los artistas, desde lo práctico a lo teórico, desde el claqué, el hip hop, a Shakespeare, desde Bach al rock. Se instalan en el camino y no en la meta. Es un mensaje muy positivo.
Lo importante es que el mensaje se materializa en un gran espectáculo. Se logra crear un hilo dramatúrgico como es habitual en el género, algo débil, pero muy claro, las incursiones de las canciones se hace en forma de aproximación y descubrimiento de personajes y tramas, y se logra con un equipo de jóvenes actores y actrices, de bailarinas, de músicos en directo, con un despliegue técnico impresionante, una escenografía realmente apropiada a la historia y de gran entidad, una iluminación muy moderna, quizás en exceso tecnificada y propensa a la saturación y un buen diseño de sonido.
Un espectáculo de primer orden que se ofrece en gira, y eso es una gran noticia, porque coloca al alcance de muchos públicos un modelo de espectáculo, un género, el musical con todos sus ingredientes y en las condiciones apropiadas como si se tratase de un teatro de capital. Y logran la comunicación con los espectadores con quienes acaban, después de tres horas de espectáculo bailando música disco. Merece la pena disfrutarlo.
Carlos GIL


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