«Solo los necios confunden valor y precio»… una cita de Antonio Machado que encaja a la perfección con este espectáculo. Un precio de la butaca alto para un valor mas bien bajo.
Fuí a verlo con optimismo, pensando que la experiencia de «Juan Luis Galiardo» serían un buen aval, pero en este caso creo que su nombre no debería ir con letras tan «gordas» en el cartel, muy al contrario, la solvecia e interpretación de Kiti Mánver dejan a Galiardo a la altura de la suela. Este «experimentado» actor sobreactúa y sobreactúa hasta la saciedad, llegando al límite de la paradodia del melodrama (a mí me entraba la risa mientras su personaje soltaba la lagrímilla triste) porque no hay quien se crea esos gestos exagerados de dolor propios del cine mudo, como no hay quien se trage la escena de la llamada telefónica (más falsa que un billete de 4 euros) si el personaje no presta siquiera atención a su interlocutor cuando este supuestamente habla.
La escritura de Juan Carlos Rubio peca en ocasiones de la misma «falsedad», ya que las personas corrientes (como los personajes de Humo) no hablan anteponiendo en todo momento el adjetivo al sustantivo, del mismo modo que yo no diré mañana a mis amigos «Ayer vi un aburrido espectáculo», sino «Ayer vi un espectáculo aburrido».
Mi puntuación en definitiva queda como un 1 por dos razones: porque el sistema de puntuaciones de «artezblai» no me permite poner un 0 y porque los secundarios están bastante correctos, en especial Bernabé Rico.
Recomendado para la octogenaria legión de fans incondicionales del señor Galiardo.
